La milanesa es uno de los platos preferidos de la gastronomía argentina. Hoy se celebra su día en todo el país.
La fecha fue instaurada el 3 de mayo de 2012, sin una razón particular, a raíz de un iniciativa surgidas en las redes sociales. Y, por supuesto, impulsada por sus fanáticos.
Su nacimiento en realidad está bastante lejos de la Argentina, pero además del asado, es uno de los platos más amados en nuestro país y hay argentinos que directamente le rinden culto. La real y original es de carne, pero también se hace de pollo, o incluso están los que la hacen con verduras, como la berenjena. Puede ir con papas fritas, puré o ensalada, y puede tener versiones. ¿Las más comunes? A caballo y napolitana. Al horno o frita, estamos hablando de la idolatrada milanesa.
Llegó al país con los inmigrantes, en el siglo XIX y se transformó en un plato tradicional de la cocina argentina, paraguaya, uruguaya y boliviana.
Si bien hay muchas teorías sobre su nacimiento, lo cierto es es un misterio. Algunos dicen que surgió en Austria, otros en Italia, pero lo que si está claro es que su nombre en castellano viene de la ciudad italiana de Milán.
Otros, en cambio, consideran que la milanesa de carne es de origen austríaco ya que, en la segunda mitad del siglo XIX, las sucesivas invasiones austríacas sobre el norte de Italia difundieron el gusto por la milanesa en Viena. De hecho, en Austria se conoce como Wiener Schnitzel (del alemán filete al estilo de Viena) y es uno de los más famosos platos de la cocina austriaca. Luego, inmigrantes de varios países de Europa llevaron este plato a varios países hispanoamericanos, entre ellos, Argentina.