Un geriátrico de la localidad bonaerense de Ezpeleta, en el partido de Quilmes, fue clausurado en las últimas horas a partir de las denuncias de maltratos, golpes y hasta ataduras de los ancianos, que permitieron descubrir que funcionaba clandestinamente.
El operativo de clausura se realizó durante las últimas horas de este martes en el inmueble ubicado en la calle La Guarda al 600, porque el establecimiento no contaba con la habilitación correspondiente ni para funcionar como tal ni con las condiciones mínimas de resguardo edilicio. Las denuncias que surgieron en la última semana empujaron una investigación judicial que permitió identificar al propietario del lugar y a los empleados, cinco de los cuales están implicados en una causa en la que se investiga el delito de "abandono de persona".
Según consta en la causa, el resultado de los procedimientos permitió rescatar a 15 adultos mayores, los cuales se encontraban alojados en "condiciones infrahumanas" con la "capacidad de alojamiento superpoblada y en hacinamiento", con dos habitaciones de pequeñas dimensiones con cuatro camas cada una de ellas, y un dormitorio improvisado en un garaje con seis camas, todas con colchones de goma espuma en mal estado de conservación.
Hasta el momento hay cuatro personas imputadas, tres mujeres y un hombre, todos argentinos y mayores de edad.