El debate sobre los cuidacoches y limpiavidrios tiene por estas horas un nuevo capítulo en la ciudad de Santa Fe. Esto es así porque concejales de Juntos por el Cambio presentaron un proyecto para prohibir completamente su actividad, y sancionarlos con duras penas (que incluyen prisión) si continúan desarrollándola.
En diálogo con el móvil de LT10, Luciana Ceresola -autora de la iniciativa junto a Sebastián Mastropaolo- explicó que “la medida tiene dos aristas: extender la protección del espacio público por parte del Estado” y colaborar con “la seguridad de las personas”.
En cuanto a ese segundo punto, la edil aclaró que “no está bueno generalizar”, aunque sostuvo que “muchas veces estas actividades están vinculadas a hechos de inseguridad”. En ese sentido, recordó el antecedente del año 2017, cuando tuvo lugar “un homicidio a manos de trapitos”, y agregó que “constantemente vemos en las noticias peleas o aprietes o extorsiones entre (ellos) y a los vecinos”.
Como alternativa, Ceresola y Mastropaolo proponen que se arme una cooperativa integrada por los trapitos, y que se dediquen a tareas de maestranza. De esta forma colaborarían con el mantenimiento de la ciudad, que “viene con bastante atraso, sobre todo en espacios públicos, desmalezamiento, y cuidado de plazas y parques”, finalizó la concejal.