Naomi Osaka fue la encargada de encender la llama olímpica en la ceremonia de inauguración de los Juegos de Tokio 2020 que tuvo lugar este viernes.
Así fue el encendido del pebetero en la #CeremoniaDeInauguracion de #Tokio2020, con la antorcha Olímpica en manos de la tenista Naomi Osaka, primera asiática en lograr la primera posición en la clasificación de la Asociación de Tenis Femenino en individual pic.twitter.com/QAoQKc5mer
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) July 23, 2021
Osaka subió la escalinata que se abrió ante ella en la estructura que alzaba el pebetero, de forma esférica y diseñado por Oki Sato, que se inspiró en el sol para darle forma. La estructura esférica se abrió para emular la forma de una flor y fue entonces cuando la deportista pasó la llama de la antorcha que portaba para dar por concluida una ceremonia de cuatro horas.
La tenista japonesa recibió la llama de un grupo de seis estudiantes procedentes de las prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más castigadas por el desastre natural y nuclear de marzo de 2011 y cuya reconstrucción era originalmente el tema central de los Juegos.
A ellos se unieron en los metros finales del recorrido dentro del estadio la atleta paralímpica Wakako Tsuchida, el doctor Hiroki Ohashi y la enfermera Junko Kitagawa, enfermera, en un homenaje al personal sanitario que desde hace casi dos años se encuentra en primera línea de atención de la pandemia de covid-19.
También participaron las leyendas vivas del béisbol Shigeo Nagashima (85 años) y Sadaharu Oh (81), que recorrieron no sin esfuerzo su tramo, acompañados por Hideki Matsui.
Ellos recibieron la llama del campeón de judo Tadahiro Nomura y la luchadora Saori Yoshida, ganadora de tres oros olímpicos (Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012), que desde la llegada de la llama en marzo de 2020 han promocionado el relevo.
Estas personalidades se suman a los 10.515 relevistas que durante 121 días recorrieron las 47 prefecturas del archipiélago, en gran parte de los casos fuera de la vía pública por la pandemia