La salinidad del agua por la bajante histórica de la cuenca del Paraná no deja de tener consecuencias. En Coronda, no solamente obligó a la gestión de una bomba y la distribución gratuita de bidones a los vecinos, sino que además amenaza la producción que es insignia de esa cabecera del departamento San Jerónimo: las frutillas.
El intendente Ricardo Ramírez lo explicó por LT10. “El sector productivo toma agua del río para el riego de la plantación. Estamos en plena producción. La salinidad se está sintiendo mucho en las plantas de frutillas, se están poniendo las hojas marrones. Y cuando venga fuerte el calor, esas sales suben y pueden ahogar la planta por no haber dejado criar la raíz”.
Por otra parte, el mandatario local comentó que la semana pasada la Municipalidad gestionó una bomba homocinética para extraer agua, la cual es potabilizada y distribuida a los vecinos en bidones, de manera gratuita, por Coserco, la cooperativa encargada del suministro.
Ramírez detalló que actualmente la salinidad es diez veces superior a lo normal, aunque aclaró que hasta ahora no han tenido problemas de salud en la gente de Coronda.
No obstante, anticipó que “el pico de la bajante se va a notar mucho a fines de octubre”, por lo que están alertas en cuanto a un empeoramiento de la situación.