Ante la ola de violencia que padece Rosario por estas horas, el gobernador Omar Perotti y el ministro de Seguridad Jorge Lagna mantuvieron una serie de encuentros con distintos actores en la sede de la Gobernación en esa ciudad del sur provincial. Así, se reunieron con el intendente Pablo Javkin, el subsecretario de Intervención federal Luis Morales, los cuatro jefes de fuerzas federales, el jefe y el subjefe de la Policía de Santa Fe, los jefes de la Unidad Regional I y II, y representantes de grupos de elite de fuerzas de seguridad. Luego, Perotti y Lagna ofrecieron una conferencia de prensa que dejó algunas declaraciones de tinte político.
En la ocasión, el mandatario provincial aseguró que "hay una decisión tomada, que es cortar los vínculos con el delito”, aunque admitió que el “cambio profundo” que está buscando su gestión aun no tiene “la dimensión” deseada.
En esa línea, Perotti señaló que “no hay impunidad ni privilegios para nadie”, y ejemplificó: “quienes estuvieron al frente de la institución policial, muchos ellos están procesados, condenados o presos. No miramos para otro lado, no dejamos que esas causas prescriban o transiten como algo más”. Más adelante, agregó que tampoco habrá “impunidad para el que comete un hecho” delictivo.
"El haber mirado tantos años para otro lado permitió que algunas bandas se hayan convertido en organizaciones criminales. Esto es lo que enfrentamos y no lo ocultamos. No barremos debajo de la alfombra. Barrer debajo de la alfombra durante tantos años llevó a que tengamos organizaciones criminales con este nivel de organización", deslizó el gobernador, en clara referencia a las administraciones anteriores.
“Quizás algunos estén muy cómodos con lo que pasaba antes. Eso se terminó”, sentenció.