"Lo único por lo que me culpo es porque todos sabíamos que pasaría, así que sabiéndolo, deberíamos haber tenido un protocolo más claro. De otro modo, ¿por qué paso? Porque los coches son más anchos, hay más carga aerodinámica y probablemente no se ha probado lo suficiente con neumáticos de lluvia extrema y luego está la visibilidad", ha comentado Todt en declaraciones que publica el portal web estadounidense Motorsport.com.
"Es imposible en un circuito como Spa. Imagínate que dijéramos 'OK, vamos'. En la primera, la segunda y en la tercera vuelta, nos habríamos arriesgado a un golpe entre 15 coches y no queremos eso. Queremos competición con lluvia, pero en este momento no tenemos los ingredientes para correr en esas condiciones", ha añadido Todt.
El presidente de la FIA asegura que cuando por fin decidieron sacar a los coches para un segundo intento, estaban seguros de que se podría correr y niega que lo de correr sólo unas vueltas fuera algo planeado para dar así el fin de semana por terminado y repartir los puntos.
"El segundo intento fue porque teníamos un pronóstico que nos permitía pensar que eso sería posible. Es un fin de semana de carrera y ya que es un fin de semana de carrera, debemos repartir puntos. ¿Cómo? Siguiendo las reglas", ha explicado.
"Quizás necesitemos pensar que en ese caso, hay que tomar consecuencias diferentes al resultado de la clasificación, así que veremos qué hacer", ha compartido Todt, que entiende la frustración de los fans, sobre todo de los que estuvieron esperando bajo la lluvia durante horas.
"Como aficionado estaba viendo la televisión y estaba muy frustrado pero cómodo, así que puedo entender a los fans que pagaron por su entrada. Por otro lado, sé que ellos no entenderían que pidiéramos a los pilotos hacer algo en una situación que no estaba para correr. No queremos hacer eso", ha expresado Todt para cerrar.