En las últimas horas del lunes, una familia fue víctima de una violenta entradera en San José del Rincón.
Todo comenzó cuando alguien llamó a la entrada de la casa ubicada en calle Pueblos Originarios al 5.400, el hombre fue a abrir la puerta y rápidamente, cuatro hombres armados se metieron a la fuerza.
Ejerciendo violencia, y amenazas, se hicieron de cuatro celulares (Samsung A30, Iphone 12 pro max, Motorola one blanco, Huawei C) y le exigieron que les diera dinero en efectivo. El hombre les entregó unos $5.000 y los delincuentes se dieron a la fuga con la camioneta de la víctima.
La camioneta, una Ford Ranger, fue encontrada más tarde, al igual que 32 chips marca claro, 12 chips marca personal y tres de los celulares sustraídos en el domicilio.
Mercedes, contó por LT10 que eran las 8 de la noche y se encontraba en la casa junto a su marido y sus hijos de seis años y cinco meses cuando alguien llamó a la puerta. No esperaban a nadie y fueron sorprendidos por la inseguridad.
"No esperábamos que esto nos pudiera pasar porque es una zona tranquila. Nos vinimos a vivir acá por eso. Ni tenemos timbre, y escuchamos que suena la campana, como en el campo, le pregunto a mi marido si él estaba esperando a alguien y me dice que no" comienza el relato la mujer.
"Abrió la puerta de la casa que da al patio donde guardamos los autos, como no se veía abrió un poquito el portón y se asoma un hombre, y cuando se corre le aparecen tres tipos que ya estaban adentro" agregó sobre la noche de terror que les tocó vivir.
"Yo estaba con mi nene en el living y pienso que son sus amigos porque lo traían como abrazándolo, y cuando veo bien eran unos con barbijo y capuchas. Ahí reaccioné, le habían maniatado los manos atrás" detalló la mujer que además tenía en sus brazos a su beba de cinco meses.
Primero les pidieron plata, pero como les decían que no tenían se pusieron más violentos porque pensaron que les estaban mintiendo. "Nos mandaron para la pieza mientras los otros revisaban todos, el más joven le pegaba a mi marido, le dio un culatazo fuertísimo en la cabeza" describió.
"Metí los nenes abajo de la cama" contó conmocionada, mientras agregaba que pedían oro y como "les quise dar las de palta que tenía y no las quisieron, dijeron que no servían, me arrancaron la cadenita de oro que tenía colgada".
Una vez que se fueron comenzó otra odisea, la de contar a la policía lo sucedido. Además, como el hombre trabaja vendiendo celulares y conoce de tecnología comenzó a rastrear su teléfono celular y le dio el lugar exacto en donde estaba el mismo, pero la policía "iba para el otro lado".
"El GPS le marcó la dirección exacta y le dijo a la policía y ellos le contestaban que no, que estaba en otro lado. La camioneta la encontraron los amigos de mi marido" sostuvo Mercedes.
Más hechos de inseguridad en la costa
Otra mujer de la zona, del barrio conocido como La Rinconada, en el límite con Arroyo Leyes, contó que delincuentes intentaron entrar por la parte trasera. Rompieron el picaporte e barretearon la puerta. Otra vecina logró espantar a dos malvivientes que querían robarse una bomba y filtro de la pileta, y otro robo constante es el de las garrafas de gas.
"Las luces se rompen y tardan seis meses en venir a arreglarlos y las que funcionan no se ven porque los árboles las tapan" agregó.