El fundador y director ejecutivo de la compañía estadounidense Gravity Payments, Dan Price, hizo una movida que el mundo empresarial consideró cuanto menos riesgosa: redujo su propio salario para aumentar el de sus empleados y el tiempo le dio la razón: seis años después obtuvo excelentes resultados y ahora insta a que otros hagan lo mismo.
En 2015, Price redujo su salario anual en un 93%, que ascendía a un millón de dólares. Con ese dinero incrementó el de sus trabajadores para que ganaran no menos de 70.000 al año.
En una entrevista que le concedió a CBS News, reveló que su política no cambió y sus empleados siguen teniendo los mismos beneficios.
En contraposición con muchas de las críticas que recibió, la firma de procesamiento de pagos prosperó e incluso triplicó su fuerza laboral, mientras que la tasa de rotación de personal se redujo a la mitad.
Si bien al comienzo Price tuvo que adaptar su estilo de vida, e incluso vender una segunda casa que tenía y recurrir a sus ahorros, ahora afirma que no necesita de tanto dinero para vivir y comprobó los beneficios que esto trajo para su empresa, como por ejemplo tener empleados muy leales.
Price recuerda que cuando comenzó la pandemia del coronavirus, la empresa, con sede en Seattle, pasó por un momento difícil al perder un 55% de sus ingresos. Sin embargo, su equipo aceptó voluntariamente un recorte salarial temporal, lo que les permitió seguir adelante y al mejorar la situación fueron compensados.
Ante los buenos resultados, Price insta a que otras compañías hagan lo mismo, aunque lamenta que ninguna gran corporación haya tomado esa iniciativa.
Los trabajadores están tan a gusto en Gravity Payments que, a modo de agradecimiento le regalaron a Price un auto Tesla modelo S. "Mis empleados hicieron por mí mucho más de lo que yo podría hacer por ellos", concluyó el empresario.