El presidente Alberto Fernández tomó juramento este lunes en Casa Rosada a los nuevos ministros que se sumaron al Gabinete, a partir de los cambios dispuestos el pasado viernes.
Antes del inicio de la jura el mandatario se refirió a los cruces que todo a lo largo de la semana pasada y tras la derrota en las PASO dejaron al desnudo las tensiones que se viven al interior mismo del oficialismo. En ese sentido Fernández aseguró que "hay veces que cuando se pierde una elección los dirigentes se enojan con la gente, nosotros no, nosotros nos enojamos con nosotros mismos porque algo habremos hecho mal y nos preguntamos qué habrá sido".
Señaló además que "el domingo pasado el pueblo dio un veredicto y somos parte de un movimiento que sabe escuchar las demandas populares y vamos a tomar en cuenta los reclamos de las cosas que habremos hecho mal, de las que nos habremos equivocado y de las que no llegamos a hacer y que debemos acelerar".
En ese sentido adelantó que "lo que se viene tiene que ver con decisiones que vamos a empezar a tomar, muchas de las cuales teníamos previsto tomar de antemano y que tienen por objeto dar respuesta a una parte del electorado que se vio afectado por la pandemia y al que todo el crecimiento económico que objetivamente está ocurriendo todavía no le ha llegado con la velocidad que hubiéramos querido. Y en eso ya estamos trabajando".
Y advirtió: "Hay dos países en pugna y tenemos que resolver eso. No somos parte de ese país que desprecia y la salud pública, ni somos parte de ese país que quiere que los que trabajan puedan perder su trabajo sin indemnización, ni de los que quieren la concentración en la ciudad de Buenos Aires abandonando el norte y el sur. No somos parte de ese país".