El servicio de agua potable de la ciudad está en la mira desde que se desató la bajante histórica del río Paraná, por las dificultades que la misma genera en la captación. La semana pasada, la situación tuvo un punto de inflexión cuando se conoció que en barrio Candioti Sur el suministro no era apto para consumo humano.
En ese contexto, vecinos de Villa María Selva aseguran que allí el agua “sale turbia, con óxido”, aunque aclaran que esto ocurre desde hace años. Concretamente, en la zona de Mitre al 6400.
Roberto, uno de los damnificados, dijo al móvil de Litus y LT10 que ya hizo “mil reclamos” ante ASSA y el Enress, pero nunca obtuvo una respuesta. “Siempre me volví con las manos vacías”, lamentó.
Además, aseguró que con ese líquido que sale de sus canillas no puede “ni bañarse, mucho menos lavarse la boca”.
El vecino dice que prefiere tomar agua de pozo y que quiere que le den autorización para hacer la perforación. “Yo el agua esta no la quiero más porque la estoy pagando y estoy tirando 200 a 300 litros de agua cada vez que sale sucia. Y yo tengo medidor”, se quejó.
“Quiero que vengan y me den una solución”, insistió.