Unión se quedó con gran sinsabor por la derrota de este viernes por la tarde ante Platense. Más que nada, por no darle una alegría a la gente, que volvió al estadio 15 de Abril tras la habilitación del 50% de la capacidad. Pero otro lado, se dejó pasar la chance de quedar a tiro de entrar en zona de la clasificación a la Copa Sudamericana.
Sin darse cuenta, el equipo fue perdiendo relevancia en casa, ya que perdió más de lo que ganó: disputó ocho partidos en esta Liga Profesional, con tres triunfos, un empate y cuatro pálidas. Esto claramente es un detonante en la campaña, que sigue siendo irregular.
Durante el ciclo de Juan Azconzábal, con la vocación de intentar marcar supremacía y ser protagonista, el equipo no estaba balanceado y dejó escapar varios puntos, por más que en algunas ocasiones mereció más. Con Tato Mosset encontró respuestas ante Patronato, pero nuevamente pagó caro sus errores ante el Calamar.
El flamante DT Gustavo Munúa deberá ponerse a todo e ir conociendo al grupo, con el que recién tiene un par de prácticas, y así imprimirle su idea para mejorar este presente de Unión, que necesita volver a hacer fuerte en su estadio.