Luis Miguel Rodríguez fue el jugador más importante que tuvo Colón en los últimos tiempos, y una prueba de ello fue que lideró la tabla de goleadores y de asistidores de los últimos dos campeonatos, uno de los cuales (Copa de la Liga Profesional), quedó en poder del club.
Por este motivo no es antojadizo que cada ve que se lo consultaba en conferencia de prensa a Eduardo Domínguez por el bajón futbolístico del equipo hiciera referencia a que el plantel había perdido a su jugador más determinante, en clara alusión al Pulga Rodríguez.
En la Copa de la Liga Profesional, el tucumano terminó con ocho tantos, al tope de la tabla de goleadores, y fue tan importante en este rubro como con sus asistencias. De su mano, en tanto, se pudo potenciar un delantero que es el gran futuro y realidad que tiene el equipo como Facundo Farías.
Sin embargo, desde que se fue el Pulga, el equipo perdió considerablemente su falta de gol. De hecho, de los atacantes solamente convirtieron Farías (tres tantos y todos de penal) y Wilson Morelo (ante Huracán tras una falla garrafal de Marcos Díaz). Mientras que Lucas Beltrán y Nicolás Leguizamón todavía no anotaron.
En tanto, en lo que va del certamen, más allá de los tres goles de penal de Farías, los que los siguen en cuanto a conversiones son Aliendro (2), Ferreira (2) y Meza (2), ninguno de ellos delanteros.
Mientras que en la Copa de la Liga, luego de 16 fechas que duró el torneo, a los ocho tantos del Pulga se le sumaron cinco de Alexis Castro, y dos de Rodrigo Aliendro, Christian Bernardi, Rafael Delgado, Farías, Leguizamón, Santiago Pierotti y Tomás Sandoval.
Tras varias pruebas, Eduardo Domínguez parece haberse inclinado por la dupla que conforman Farías y Morelo, quienes tuvieron claras chances de convertir ante San Lorenzo y no pudieron romper con el maleficio.