El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, ofreció una conferencia de prensa junto a su par provincial, Jorge Lagna y al gobernador Omar Perotti, tras recibir a los 575 efectivos federales que arribaron a Rosario este jueves.
En la ocasión, el funcionario kirchnerista aseguró que los gendarmes “no vienen y se van: se quedan”. Para explicar que no se trata de un desembarco más de uniformados por una crisis coyuntural en la ciudad del sur, insistió: "esta vez la diferencia es que vienen pero no se van”.
En ese sentido, destacó especialmente "la creación de esta nueva región (en marzo de 2022), que será más importante que un destacamento móvil".
En concreto, en marzo se instalará en Rosario una regional con mil gendarmes fijos (será “una construcción seca”). Habrá un comando también en la capital provincial y tendrán jurisidicción sobre las rutas con accesos a ambas ciudades.
Fernández afirmó que la tropa arribada a la ciudad es “personal del máximo nivel" y que "no hay gente nueva, hay cuadros para trabajar como se ha requerido”.
“(El crimen organizado) no es un problema de los santafesinos, es un problema de los argentinos y por eso estamos tomando esta decisión”, indicó.
Finalmente, el ministro garantizó que la Nación trabajará "con todos"; es decir, tanto con la Justicia federal como con fiscales y fuerzas provinciales; y que se hará "inteligencia criminal” contra el narcotráfico y los delitos complejos que “hicieron metástasis en actividades lícitas y no lícitas”.