Daiana Travesani es una joven Rosarina que hace cinco años estaba sentada en un bar, escuchando una banda en vivo y recibió un botellazo de vidrio en la cabeza que fue arrojado por un vecino. El impacto de esta botella la dejó al borde de la muerte y luego, la dejó parapléjica.
Esta historia viene a colación de lo que pasó este último fin de semana en el bar cultural “Gente que no”, cuando vecinos tiraron botellas de agua congeladas desde un edificio y por centímetros no generaron un desastre en asistentes y músicos.
Daiana Travesani recordó por LT10 que “aquel día fui con mis amigos a tomar una cerveza y a ver un grupo en vivo, al bar La Chamuyera. Minutos antes de volverme a mí casa un vecino me tiró una botella de vino blanco llena que me pegó en la cabeza. Luego de esto me operaron, me hicieron una craneotomía y tras sobrevivir, desperté cuadripléjica”.
Además, agregó que “estuve 8 meses internada en un centro de rehabilitación y luego seguí con terapia ambulatoria”.
El responsable de este acto criminal quedó impune porque nunca se pudo descubrir quién fue.
Tras esta dolorosa experiencia, Daiana Travesani escribió el libro “Me proclamo disca, me corono renga” en el cual reflexionó sobre la discapacidad.