El policía acusado del homicidio del adolescente Luciano Olivera, quien recibió un balazo en el pecho cuando lo persiguieron porque aparentemente se negó a detenerse en un control en la ciudad balnearia de Miramar, se negó a declarar ante la fiscal de la causa y seguirá preso, informaron fuentes judiciales.
El policía Maximiliano González (25) se abstuvo de prestar declaración frente a la fiscal Ana María Caro que lo acusó por el delito de "homicidio agravado por ser funcionario policial en cumplimiento de sus funciones", que prevé la pena de prisión perpetua, y ya fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 44 de Batán.
"La autopsia confirma que un único proyectil le perforó el corazón, el pulmón derecho en la parte inferior y también ha tenido una lesión hepática que produjo la muerte casi de manera instantánea y salió a la altura de la espalda", dijo tras la audiencia la fiscal Caro a Télam.
La titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada General Alvarado afirmó que el juez de garantías 5 de Mar del Plata, Gabriel Bombini, convalidó el pedido de la conversión de la aprehensión en detención y que continúan las pericias. "Seguimos con toda la incorporación de la prueba que estamos haciendo y todos los análisis de cámaras y con las testimoniales", señaló Caro.
Este sábado la fiscal dispuso la entrega del cuerpo a los familiares que velaron sus restos desde las 16 en una casa de sepelios ubicada en Diagonal entre 15 y 17 de Miramar.