La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, reveló que se evalúa reducir aún más la cantidad de días de aislamiento ante el exponencial brote de coronavirus que se registra en todo el país, a pocos días de que se modificara el protocolo sanitario para las personas vacunadas asintomáticas y casos estrechos.
La funcionaria admitió que “la mayor amenaza para el sistema sanitario” no es que “se sature” con hospitalizaciones, sino que “no haya médicos, médicas, enfermeros y terapistas para poder dar respuesta” a los pacientes “porque están aislados” por el impacto de la variante Ómicron.
“Estamos analizando permanentemente si es necesario, y si es posible, seguir disminuyendo el aislamiento en el personal estratégico, siempre mirando la seguridad y evidencia que genera esta medida”, sostuvo hoy Vizzotti en diálogo con CNN Radio. “Con una variante muy leve, una población de vacunada en un gran porcentaje y sus refuerzos, y un riesgo muy bajo de transmisión intra laboral, la posibilidad (de reducir) es segura. Esta semana lo seguiremos analizando”, manifestó la titular de la cartera de Salud.
El 29 de diciembre pasado, la ministra Vizzotti anunció una reducción de los días de aislamiento a cumplir por las personas contagiadas de coronavirus y contactos estrechos que tengan el esquema de vacunación completo. El acuerdo con las provincias, en el marco del Consejo Federal de Salud (Cofesa), involucraba bajar de 10 a 5 días el aislamiento para contactos estrechos de casos positivos asintomáticos, siempre que tengan el esquema completo de vacunación, mientras que aquellos que sean positivos con síntomas leves deberán resguardarse durante 7 días.
La medida implicaba, además, que las personas que sean contactos estrechos asintomáticos sin vacunarse o con el esquema incompleto, el aislamiento se reducirá a 7 días con un test PCR negativo o, si no se cuenta con el examen, se mantendrán los actuales 10 días, al igual que para aquellos que resulten positivo y no se hayan vacunado.
Las definiciones de Vizzotti proyectan que podría reducirse mucho más el aislamiento para estos grupos que cuenten con esquema de vacunación completo. La ministra aclaró que esta mirada no tiene que ver con “un pedido de los empresarios”, con quienes se reunió días atrás; o por una “cuestión económica”; sino que la preocupación está puesta en “sostener las actividades”.
“Estamos en una situación distinta. No hay que hacer lo mismo que en las olas anteriores”, definió. “Antes nos preocupaban las hospitalizaciones, ahora es sostener las actividades por los aislamientos. Esto sucede en hospitales públicos, privados, comercios, centros de vacunación. Lo estamos mirando desde mucho antes de la reunión” con los empresarios, indicó la funcionaria.
“El problema de los aislamientos no es del sector privado y no es algo que le haya pedido el sector privado”, agregó Vizzotti en otro reportaje en Radio 10. E insistió en “pensar cosas diferentes a las anteriores porque la situación es diferente”, y que “eso incluye el tiempo de aislamiento de las personas vacunadas y las acciones del sector privado”.
Por otro lado, la funcionaria fundamentó que espera que “los contagios empiecen a bajar más rápido” ya que la variante ómicron es “diferente a las anteriores dado que tiene un período de incubación más corto”. “También las personas vacunadas transmiten el virus durante menos tiempo. Esos dos factores -gracias a la vacunación en Argentina- nos generan la expectativa de que en esta ola así como aumentó exponencialmente, el descenso sea más rápidamente que en las veces anteriores”.
“Pensar que hasta hace un mes estábamos estimulando el testeo y ahora estamos diciendo que no hace falta que se testee todo el mundo”, insistió Vizzotti en otra entrevista con Radio 10.
Además, la ministra de Salud sostuvo que en este contexto “no tiene sentido aplicar las restricciones como en las olas anteriores” y aseguró que el brote actual puede durar “hasta febrero”, lo que implica que se va a extender “menos que la ola anterior”. Los indicios que corroboran esta hipótesis, informó, es la provincia de Córdoba, que fue el primer distrito con la mayor cantidad de casos de Ómicron pero “donde ahora dejó de aumentar de forma exponencial”.
Acerca de si el actual brote de Ómicron puede impactar en la presencialidad, Vizzotti se mostró optimista y planteó que hay que esperar a “febrero para que la situación esté bien clara y el panorama en relación a si esta hipótesis de una tendencia firme de descenso” sea evidente. “Con el inicio oportuno de la vacunación de niños y niñas de entre 3 y 11 años realmente van a ser pilares muy importantes para avanzar en una presencialidad cuidada”, concluyó.