Todo apunta a que la novela que se generó en torno a la continuidad de Enzo Roldán tendrá un final feliz. Es que el jugador hizo mucha fuerza para salir, la secretaría técnica negoció sin descanso y los dirigentes hicieron un gran esfuerzo económico para darle el gusto a Gustavo Munúa.
Una vez que se fue Juan Azconzábal de Unión, irrumpió Enzo Roldán. Fue en el interinato de Marcelo Mosset, quien lo colocó como titular por la banda derecha y a partir de allí no abandonó más su lugar en el equipo.
Sin embargo, tuvo que transformar su función como consecuencia que Gustavo Munúa lo dejó entre los 11, pero lo corrió como interno, desde donde protagonizó grandes actuaciones con la rojiblanca.
Por eso no extrañó que el entrenador pidiera por la continuidad del volante, sobre quien Unión tenía una opción de compra de 2.000.000 de dólares por el 50% de su ficha.
Sin embargo, como consecuencia de su alta cotización, Unión hizo una propueta para comprarle la mitad de la ficha, en una cifra que fue subiendo hasta rondar 1.000.000 de dólares.
En el medio aparecieron Atlético Tucumán, Talleres y Defensa y Justicia. Sin embargo, fue clave la decisión de Roldán de querer volver a Unión, con lo cual luego de varias reuniones entre su representante, el jugador y el Consejo de Fútbol de Boca se decidió darle salida.
En las próximas horas Roldán, quien en los últimos días estuvo buscando casa para vivir en Santa Fe, llegará a la ciudad para ponerse nuevamente bajo las órdenes de Munúa en Unión, que hizo un gran esfuerzo económico para retenerlo.