Entre el 1° y el 31 de enero de 2022 se produjo un femicidio por día en nuestro país. Un informe de La Casa del Encuentro registró un total de 31 víctimas de la violencia de género en el primer mes del año: una muerte cada 24 horas.
En rigor, fueron 29 femicidios y 2 trans/travesticidios. Desde la asociación civil evaluaron que el vínculo y la permanencia en la vivienda con los agresores continúan siendo los factores que más se repiten en los crímenes.
Además, informaron que 37 hijos e hijas quedaron sin madre, siendo el 62 por ciento de ellos menores de edad; que el 59 por ciento de los agresores eran parejas o exparejas y que el 23 por ciento de las víctimas tenían entre 19 y 30 años.
El 70 por ciento de las mujeres fueron asesinadas en su hogar. Los femicidios abarcan el territorio nacional, pero en términos absolutos, Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos, seguida por Córdoba, Santa Fe y Chaco.
Otros datos
- 6 víctimas habían realizado denuncia
- 2 femicidas tenían dictada medida cautelar de prevención
- 1 femicida agente de fuerza de seguridad
- 1 víctima en presunción de prostitución o trata
- 1 víctima estaban embarazada
- 4 víctimas tenían indicio de abuso sexual
- 2 víctimas eran mujer trans
- 1 víctima era de pueblos originarios
- 5 femicidas se suicidaron
Tender una mano
La responsable de Comunicación de La Casa del Encuentro, Alejandra Benaglia, analizó por LT10 los datos recabados y dijo que “lo más preocupante” es que la cifra de femicidios “se sostiene en el tiempo a través de los años”, a pesar de que la violencia de género se viene visibilizando con mayor fuerza y más allá de las políticas públicas implementadas.
Por otra parte, remarcó que de las 31 víctimas, solo seis hicieron la denuncia. En este sentido, apeló “al cambio social”. “Todavía está muy arraigado el tema del ‘no te metás’, o de que es un tema de pareja. Pero una forma de poder contribuir es metiéndose, haciendo una denuncia o llamando al 911. Así podemos salvar a esa mujer o compañera trans que está en una situación de violencia. En el marco de estas situaciones, meterse puede salvar una vida”, interpeló.
Asimismo, instó a tender una mano a esas víctimas. “A veces pasa que sabemos que en esa casa hay violencia porque la hemos escuchado, o porque nos hemos enterado de una u otra manera, y encontrarnos con esa mujer en la verdulería, en el almacén, y acercarnos y decirle ‘no estás sola’, ‘acá estoy si me necesitás’, pasarle un teléfono, quizás puede ser una herramienta”, recomendó. Y si bien aclaró que no se debe quitar responsabilidad al Estado, planteó nuevamente: “como sociedad también tenemos que involucrarnos en la temática”.