Unión encara la recta final del mercado de pases con la misión cumplida en cuanto a los requerimientos de Gustavo Munúa, ya que se consiguieron dos continuidades importantes como las de Sebastián Moyano y Enzo Roldán, y desembarcaron cinco refuerzos.
La primera gestión exitosa de la secretaría técnica fue conseguir la continuidad de Moyano, quien el primer día de pretemporada ya trabajó junto al plantel. En tanto que se avanzó con Enzo Roldán, situación que se terminó de destrabar el fin de semana, mientras que no se pudo conseguir que siga Juan Manuel García, quien con el correr de los días dejó de ser prioridad.
Además, llegaron cinco refuerzos, entre ellos tres uruguayos pedidos por Munúa como el arquero Santiago Mele, el experimentado defensor Diego Polenta y el artillero Jonatan Álvez. Además, se sumaron el goleador Leonardo Ramos y el volante Sebastián Jaurena.
Lo más importante en cuanto a objetivo cumplido ocurrió con la compra del 50% de la ficha de Enzo Roldán, por quien Unión desembolsó un poco más de 1.000.000 de dólares, tras intensas negociaciones con Boca, y con el handicap que el jugador quería volver al club.
Además, se produjo la venta -todavía no fue oficializada por el club- de Gastón González, quien pasó al Orlando City de la Major League Soccer a cambio de 3.300.000 dólares por el 70% de su ficha. Tonga se quedará en el Tate hasta el inicio de mayo.
Pero habría lugar para otra sorpresa en el mercado de pases, ya que Munúa necesita otro volante para terminar de conformar el plantel y en las últimas horas surgió la chance del uruguayo Lucas Agustín Ocampo Galván (tiene 24 años), quien viene de jugar en Deportes Antofagasta de Chile.
Sin embargo, Unión encara la recta final hacia su debut en la Copa de la Liga, pautado para el sábado desde las 19.20 ante River, en el 15 de Abril, con la tranquilidad de que se cumplió el cometido de retener a los jugadores que quería Munúa y de contratar a los que el DT solicitó para potenciar al plantel.