Colón recibió un fuerte cachetazo este martes por la noche en Asunción ante Cerro Porteño por la Copa Libertadores. Una derrota que lo dejó tercero en el grupo G, aunque todavía quedan capítulos por delante. El DT Julio Falcioni decidió rotar el equipo y por eso metió 11 variantes ante Rosario Central, para poner lo mejor en Paraguay. Sin embrago, eso no alcanzó.
Hay varios aspectos que se vienen reiterando y que, indefectiblemente, después de refleja en los resultados. Por un lado, el Sabalero crea situaciones y también las concreta, pero un porcentaje bajo. Ante el Ciclón guaraní tuvo una opción neta que no pudo definir bien Christian Bernardi (ante Aldosivi, Facundo Farías tuvo una similar, pero con diferente definición) y en el segundo tiempo otra de Pulga Rodríguez que pasó besando el palo. Mientras que Cerro Porteño fue implacable, usufructuando los errores defensivos.
Pero un aspecto muy notorio es las pocas veces que Colón le puso candado a su arco. En esta temporada, solo dos veces terminó sin ser vulnerado: en el triunfo como visitante ante Central Córdoba 2-0 y en el empate 0-0 en el clásico disputado en el 15 de Abril. En el resto de los partidos de esta temporada recibió goles.
El Emperador arrancó con un 4-4-2, luego pasó al 4-3-3 y últimamente al 3-5-2, que mostró mejoría en el rendimiento, pero no así en la tabla. Si bien es cierto que se está recién a mitad de camino, son detalles a mejorar con la meta de dar pelea en todos los frentes. Dependerá también del nivel de los jugadores, que luce irregular. Aunque Falcioni es consciente de todo y trabaja en consecuencia para lograrlo.