Desde que comenzó a regir el decreto provincial que permite a la policía secuestrar motocicletas que no se encuentran en regla, aumentó la cantidad de motovehículos retenidos, y todos ellos se depositan en el corralón municipal, que hoy en día tiene su capacidad comprometida.
"Fuimos el primer y único municipio que firmó convenio con la provincia por el decreto" aseguró el secretario de Control de la Municipalidad de Santa Fe, Fernando Petrolero. Sin embargo, la expectativa era que la policía de seguridad pública pudiera actuar según la ley nacional de tránsito, pero hasta el momento estos solo pueden retener y no realizar multas.
De esta forma, la Municipalidad se convirtió en depositarios de esos bienes hasta que la persona se pone en regla y los retira. En tanto, "el corralón tiene mayor ingreso, pero el mayor problema que tenemos es el de los verificadores, el año pasado hicimos cinco compactaciones y ahora ya hicimos dos. Necesitamos más verificadores para seguir compactando motos y tener más lugar para seguir con el operativo".
Estos verificadores son personal policial que constata si el número de cuadro tiene que coincidir con los registros del automotor, y así corroborar si esa moto es fruto de un robo.
Peverengo explicó que hasta el viernes, había 1.800 motos dentro del corralón, por lo que necesitan espacio para seguir trabajando.
Las cifras son claras, desde que se puso en vigencia el decreto, la policía secuestró 438, de las cuales se retiraron 153, solo un 35%. En tanto, 285 esperan dentro del depósito, aunque el funcionario cree que "van a ser muy difícil que las vengan a retirar" ya que la mayoría no cuenta con patente ni con algunas partes.
En paralelo, en los operativos que la Municipalidad realiza a diario, se secuestran entre 15 y 20 motos que también son puestas a resguardo en el mismo corralón.