Una misión arqueológica egipcia que trabaja en Gebel el-Haridi, un lugar con importantes vestigios del Antiguo Egipto, descubrió las ruinas del templo de la diosa Isis, que datan de la era helenística y partes del cual fueron descubiertas a principios de la década de 2000.
Los arqueólogos también han desenterrado las ruinas de una antigua torre, 85 tumbas construidas en la ladera de una montaña, así como 30 actas de defunción originales, que, en particular, contienen información sobre el nombre del difunto, su lugar de residencia y ocupación, según el Ministerio de Antigüedades y Turismo de Egipto.
El templo, al igual que la torre, se remonta al reinado de Ptolomeo III Euergetes (del 246 a 222 a. C. a.C.), señaló Mustafa Waziri, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
La casa torre se usaba como puesto de control, según Waziry. Se trata de una estructura de adobe que se construyó para observar el tráfico entre las fronteras de los nomos –nombre que recibían las unidades territoriales en el Antiguo Egipcio–, recaudar impuestos y brindar protección a los barcos que navegan por el Nilo.
El jefe de la Autoridad Central de Antigüedades del Alto Egipto, Mohamed Abdel-Badi, dijo que los arqueólogos también descubrieron la casa de uno de los supervisores de trabajo locales y restos de papeles que contenían los nombres de los trabajadores, sus salarios y ocupaciones.
En las tumbas de la época helenística los arqueólogos han encontrado restos humanos –algunos momificados– con tarjetas en 30 momias. Se trata de una especie de permisos para el entierro escritos en griego antiguo, así como en escrituras hierática o demótica.
Esas tarjetas generalmente registraban el nombre del difunto, el nombre del padre o la madre, el lugar de origen, la profesión y la edad en el momento de la muerte junto con los himnos y oraciones del Antiguo Egipto.