"No entiendo por qué no hay más gente que navega..., ¡tienen el río ahí! El agua te descansa el espíritu, te abre la cabeza. Un horizonte abierto te llena de energía y optimismo. Es una gran inspiración. Primero tuvimos un grumete, un velero clásico de seis metros con el que descubrimos los secretos de la navegación. Fue una etapa idílica. Más tarde, Eduardo compró un barco más grande. Yo soy muy activa en mi profesión, siempre estoy en más de un proyecto a la vez… Escaparnos al río fue nuestro cable a tierra por muchos años.”
¿Quién es Eduardo? Se trata del psicoanalista Eduardo le Poole, el marido de una “nauta” sorprendente: ¡Norma Aleandro!, ni más ni menos.
El pasado de navegante de la actriz argentina más importante y prolífica de las últimas décadas se revela en el living de su casona del Bajo Belgrano. En la sala amplia, fresca, y signada por la atiborrada biblioteca de Norma, las almas inmortalizadas de Virginia Woolf, Somerset Maugham, Shakespeare, Tennessee Williams... están tan atentas a las confesiones de la dueña de casa como lo está ¡Hola! Argentina. “Hay que adaptarse a cada etapa de la vida. Ahora me desconecto del trabajo y las tensiones disfrutando a mis nietos, a la familia. Estamos en un gran momento”, asegura Norma.
Y es cierto, se ve y se siente.
Norma no está sola en esta mañana de verano. Su hijo Oscar Ferrigno y su nuera, Valeria Lorca, la acompañan en el salón. Mientras tanto, su marido lee el diario en el jardín. Todos tienen motivos para festejar: el 17 de marzo se estrena Familia para armar, la segunda película del director Edgardo González Amer, protagonizada por el clan Aleandro. “Sí, somos familia también en la película –aclara Oscar–. Norma es mi mamá en la ficción y Valeria, mi mujer en la vida real, interpreta a mi hermana.” Esto de trabajar todos juntos, que sorprende al espectador, no es novedad para ellos: “Ya habíamos participado con mamá en Facundo, la sombra del tigre, hace unos años –insiste Oscar–. También en otros roles circunstanciales en televisión, cine y teatro. Hasta con Valeria… Actuar juntos es una experiencia que nos divierte y potencia. Nos gusta mucho y da resultado”.
A SOLAS CON NORMA
–¿Y ahora?
–¿Qué...?
–¿En qué andás? No me imagino a Norma Aleandro de vacaciones tras el estreno de su última película...
–¡Ah!, a ver..., estoy por arrancar la filmación de una película inspirada en Charles Bukowski. También vengo de presentar mi unipersonal en San Luis. Es el mismo con el que voy a estar en la inauguración de la nueva sala de Tigre, un teatro magnífico para ochocientas personas. También tengo una propuesta para dirigir junto con Lino Patalano... y sigo con la escuela de teatro, claro.
–Te cambió el semblante cuando mencionaste la inauguración de la sala en Tigre.
–Es cierto. Es que me entusiasma que ocurran cosas positivas. Los argentinos vivimos esclavos de la inmediatez, por eso me encanta que haya apuestas a largo plazo. Hoy te puedo mencionar el teatro de Tigre que, merecidamente, se llamará Nini Marshall. Qué se yo, también estoy feliz con lo que ocurre en San Luis: es un placer trabajar allí con los equipos de actores y técnicos que se han armado en San Luis Cine. Francamente, una muestra de profesionalidad y eficiencia difícil de encontrar en el país. También hay cosas para corregir, claro.
–¿Cuáles son las cosas que no te gustan para nada?
–Hay algunas actitudes censurables relacionadas con la libertad de expresión en el país que me angustian. Fui la primera en saltar cuando en 2009 echaron de Radio del Plata a Nelson Castro. Fue una actitud nefasta y prepotente con un periodista honesto. O el último episodio de intentar censurar a Vargas Llosa en la Feria del Libro. Son episodios que huelen muy feo. Aunque creo que en el balance no estamos tan mal. También veo que hoy, los que están presos o procesados, lo están por casos de corrupción y no por pensar distinto. Ese es un gran cambio, eso es afianzar la democracia. Argentina tiene otras cosas que corregir. Quiero que Cristina termine su mandato. Luego estará en la voluntad de la gente y su voto acelerar y corregir, o no, algunos asuntos realmente urgentes.
PASADO Y FUTURO
Las agudas opiniones de la protagonista de La historia oficial siempre tuvieron peso político. Un día, poco después del golpe de estado del 76, una bomba en el teatro donde se presentaba, otra explosión en su casa, y una amenaza concreta de muerte enviaron a Norma y su familia al exilio.
–¿Pero vos militabas en política?
–Para nada. Siempre estuve en contra de los dictadores, fueran de izquierda o de derecha, antes o después del golpe del 76. Siempre dije lo que pensaba. Lo que nunca me imaginé fue que las cosas fueran tan graves. No es sencillo que tu casa vuele por los aires, es un mensaje que no podés dejar pasar. Al día siguiente nos fuimos a Uruguay. No teníamos pasaportes. Tardamos en solucionarlo y recién ahí partimos a España. Durante esos meses angustiantes, los uruguayos fueron muy solidarios con nosotros. Me siento muy hermanada con ellos. Desde entonces siempre volvemos a Uruguay: La Pedrera es nuestro refugio, un puerto abrigado y seguro desde entonces. Mirá, siempre encontré solidaridad y asilo ante la adversidad. Eso está muy bien, pero no resuelve lo trascendente: la falta de libertad para hacer lo que se quiere o se debe. Con la democracia, con esta democracia imperfecta que tenemos, puedo hacer lo que quiero y debo.
–Entonces, ¿sos optimista?
–Eh..., cuando ves lo que se hizo, o mejor dicho, lo que no se hizo en el país para festejar los 200 años del nacimiento de Sarmiento... Eso es una señal de alarma. Me gusta Sarmiento, su visión y lo que construyó. Cuando lo comparás con cómo están hoy la educación, la inseguridad, la droga... queda claro que hay mucho por hacer. Pero así y todo, yo, que nunca milité concretamente en un partido político y que sí viví el miedo, siento que estamos mejor.
–¿Hasta cuándo pensás trabajar al ritmo de hoy?
–No tengo un plazo. Me siento muy bien. Elijo cuidadosamente los roles que interpreto, los compromisos que asumo. Vivo intensamente mi profesión, su faceta creativa, la ansiedad de plantarme frente a la platea. ¿Por qué debería retirarme?
–¿Qué planes tenés para el próximo fin de semana?
–Pasarlo con Iván y Lucio, mis nietos, en La Pedrera. Iván ya tiene 23 y es un músico consumado. Lucio, de 6 años, sólo piensa en jugar. Organizar el fin de semana familiar no es fácil, pero… ¿puede haber un plan mejor?
LT10 - Entrevista a la gran actríz argentina
Lunes 21 de Marzo de 2011 - 01:06 hs
Norma Aleandro: "Los argentinos vivimos esclavos de la inmediatez"
La actriz habló de su familia, sus proyectos y también de política, en un año electoral: "Hay algunas actitudes censurables relacionadas con la libertad de expresión en el país que me angustian".
Fuente: La Nación