El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este lunes que su gobierno pretende empezar a importar gasoil desde Rusia para reducir el precio de los combustibles y argumentó que las sanciones de Occidente contra la industria energética rusa por la invasión a Ucrania no tuvieron éxito.
Bolsonaro dijo que "existe la posibilidad" de que la importación de diésel ruso se concrete dentro de los próximos 60 días, y defendió esa opción por ser más barata que otros proveedores internacionales de la compañía estatal petrolera Petrobras.
"Nosotros importamos casi el 30% del gasoil que se consume en el país. Hay que importar de los que venden a mejor precio y no aceptar el precio de los que cobran más caro", aseguró Bolsonaro a periodistas en el Palacio del Planalto, la sede de la Presidencia, en Brasilia.
De cara a su reelección en la campaña para los comicios del 2 de octubre, Bolsonaro lanzó un paquete de medidas que incluyó una renuncia fiscal de los estados para permitir la reducción del precio de los combustibles: desde el 22 de junio los precios cayeron en promedio casi 9% en las estaciones de servicio.
Bolsonaro recordó que Rusia sigue siendo un proveedor de fertilizantes para el agronegocio brasileño, una medida que se cumple pese a la guerra en Ucrania y que fue acordada durante la visita del brasileño a su par ruso, Vladimir Putin, en marzo pasado.
El mandatario ultraderechista brasileño dijo que Brasil tiene una posición de "equilibrio" frente al conflicto y repitió que las sanciones no han tenido éxito ya que el rublo -la moneda rusa- es una de las que más se ha valorizado en 2022 frente a otras monedas.
"Rusia sigue haciendo negocios con todo el mundo, porque parece que las sanciones económicas no tuvieron éxito. Alemania tuvo el 40% de su gas cortado. La energía de Europa en gran parte depende del gas ruso. Es un gran país, con el doble de nuestro territorio. Brasil mantuvo una posición de equilibrio, claro que siempre nos gustaría que no hubiera guerra", dijo.