La Mesa Nacional de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA) resolvió marchar el próximo 17 de agosto contra la inflación y en apoyo a las reivindicaciones salariales y laborales, sumándose así a la convocatoria anunciada por la CGT.
Además, ratificó la vigencia de la Declaración Política aprobada por su Congreso Nacional Extraordinario y destacó "la exigencia del otorgamiento inmediato de una suma fija para todos los trabajadores activos a cuenta de convenio, e idéntico criterio para jubilados y pensionados".
La central conducida por el diputado nacional kirchnerista Hugo Yasky también remarcó en un comunicado "la imperiosa necesidad" de renegociar los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) así como el rechazo "a toda y cualquier presión o medida devaluatoria de la moneda nacional".
A la vez, expresó el repudio a "las acciones de los grandes formadores de precios" y de "sus cámaras empresarias como la (Asociación Empresaria Argentina) AEA".
En este sentido, reclamó la "creación de una empresa nacional de alimentos" y la "apertura de ferias y mercados de cercanía que abaraten los costos de la alimentación".