Los restos del monumental cohete chino Long March 5B están fuera de control y, según el Comando Espacial de Estados Unidos, caerán en algún lugar de la Tierra durante la próxima semana, aunque se desconoce cuándo y dónde se producirá el hecho.
El problema es que su enorme primera etapa queda en órbita terrestre varios días tras el lanzamiento y no hace una reentrada inmediata, como suele ser el caso para la mayoría de cohetes.
En diálogo con LT10, Diego Córdova, especialista en vuelos espaciales tripulados explicó que “el sitio de caída, según las proyecciones actuales, podría ser en las costas del Pacífico entre Panamá y Chile".
"El horario podría ser entre mañana al mediodía o la mañana del domingo y como la órbita y la trayectoria es muy errática, es muy difícil calcular dónde y cuál será el momento y lugar de la caída”, destacó.
La etapa central del Long March 5B tiene una longitud de 33 metros y un diámetro de 5 metros. Su masa en el despegue suele ser de unas 187 toneladas, pero una vez en órbita se queda en su "peso seco" que ronda las 22 toneladas, suficiente como para ser muy voluminoso en la reentrada.
El astrónomo Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian espera que el escenario vuelva a entrar en la atmósfera de la Tierra dentro de una semana más o menos, según estimó en un tuit.
Pocos datos de la caída
Los ingenieros sostienen que el cohete no tiene un giro controlado y tampoco se sabe cuál es el grado de resistencia a la atmósfera que puede soportar. Y aunque se conozca su forma y su masa, es complicado saber con precisión cuándo y donde va a caer.
A medida que pasen los días, la predicción va a ser más precisa y se irá afinando, ya que, al seguir su trayectoria, se irá viendo cómo se comporta y cuál será su ritmo de caída, por lo que el margen de error irá disminuyendo.