En medio de la inestabilidad económica y el desconcierto, la crisis impactó fuertemente en el nivel de consumo.
Roberto Sbolodianuk, Integrante de la Confederación Argentina de la mediana Empresa explicó por LT10 que "hubo una actitud un tanto ambigua en la gente. Los que tenían como ahorrar no gastaron y decidieron esperar, pero aquellos que no podía comprar divisa extrangera compraron bienes durables para no perder el valor del dinero".
Pero fundamentalmente, desde el sector pyme creen que "el desorden generalizado hizo que la mayor cantidad de la gente dejara de comporar. La crisis quebró la tendencia de algún aumento de venta que se había generado en los primeros meses, y en julio las ventas cayeron 3,5% anual."
"Si comparamos con el mes anterior el descenso es del 6%, aún más marcado. En lo acumulado del 2022 la tendencia es al alsa, pero con uno o dos meses más que se repita esta caída la tendecia va a ser neutra o negativa", agregó el representante del comercio minorista.
Para Slobodianuk "lo preocupante es que naturalicemos que la imflación sea de un 7% o un 8%. Esto es un problema casi psiquiátrico de los argentinos".
A pesar de la tendencia de la caída, Slobodianuk indicó que hubo rubros que crecieron bastante. "Las farmacias y perfumerías, ferreterias, construcción y electricidad también crecieron, pero tampoco se salvaron de la crisis".