El pasado 25 de agosto, un niño de 12 años ingresó sin vida al nuevo Hopital Iturraspe con una herida de arma de fuego en el tórax. Inicialmente, la persona que lo trasladó, informó que el menor estaba manipulando un arma cuando se disparó accidentalmente.
Sin embargo, la autopsia determinó que el disparo no fue provocado por la víctima, y dos jóvenes fueron detenidos. Se trata de un joven de 22 años y otro de 21 fueron que posteriormente fueron imputados por el homicidio doloso calificado de Gerardo Zair Alejandro Pereyra, en una vivienda de calle Avellaneda al 8.100.
Ambos habían sido detenidos el viernes pasado. El mayor fue imputado como presunto autor de la herida de arma de fuego mortal que recibió el infante con ingreso por la espalda; y el segundo por encubrimiento, a quién le otorgaron la libertad con restricciones. Aparentemente este último colaboró en limpiar la escena del crimen.
En la audiencia celebrada este martes, uno de los imputados reconoció la autoría del hecho y dijo que estaban jugando al policía y al ladrón y que el disparo se efectuó accidentalmente.
La jueza Sandra Valenti dispuso que continúe el proceso en libertad. Sin embargo, dispuso medidas alternativas, entre las que se destaca que deba quedar al resguardo de un familiar y fijar domicilio.
Tampoco podrá acercarse a los familiares de la víctima y deberá presentarse semanalmente en el MPA.
El autor del disparo que terminó con la vida del menor es su primo y dijo que habían vaciado el cargador del arma y se pusieron a jugar.
Sin embargo, cuando disparó salió la bala que terminó con la vida del niño, dijo entre lágrimas el hombre de 21 años.