Alejandro “Marley” Wiebe compartió a través de sus redes sociales que construirá una casa para poder vivir junto a Mirko, su hijo de cuatro años. El conductor de La Voz Argentina hizo el anuncio por medio de un video titulado “Nueva Casa – Capítulo 1: Viendo dónde construir nuestra primera casa juntos”.
En las imágenes se puede ver al pequeño en brazos mientras recorren el terreno en donde se edificará la casa. “Acá estamos, Mirko. Es el lugar donde se va a construir tu casa, porque la casa donde vivimos actualmente, papá ya vivía ahí antes de que vos nacieras”, contó Marley.
“De repente llegaste vos al mundo y entonces dijimos: ‘Bueno, ahora cambia toda la vida con este chico tan hermoso’. Que tengas tu propia casa también, que es la casa de los dos”, le explicó. “Acá tenemos patos, cisnes... Hay de todo acá. Hay agua y vamos a aprender a remar”, agregó. La casa tendrá lugar frente a un lago.
“¿Te gusta?”, le pregunta el animador a su hijo, quien responde “Pato, pato…”, fascinado por la fauna que se encuentra alrededor. “Me parece que te escuchó... Andá a mostrarle al arquitecto donde querés exactamente que sea tu cuarto”, le dice él, a lo que el pequeño responde: “Ehh... ¡ahí!”. Ante la incomprensión de su padre, le aclara: “Ahí, en el cielo”, hecho que causa la risa del conductor.
“Comienza una nueva etapa, eh. Una nueva casa”, le dice Marley a Mirko, a lo que él responde sin darle importancia: “Pato… pato. Quiero a los patos”.
La publicación acumuló más de 100 mil “Me gusta” y más de mil comentarios, entre los cuales se encontraron los de Coco Fernandez (padrino de Mirko); la modelo y conductora Paula Chaves; Vir Modica (directora vocal de La Voz Argentina) y Amalia Amoedo (artista plástica).
El público general también opinó al respecto y hubo quienes le enviaron bendiciones a la familia y le mostraron su apoyo, pero también quienes criticaron al conductor porque “lo hace todo para presumir, parece”, según escribió una usuaria; mientras que otros se limitaron a hacer algunos chistes sobre lo increíble que es que un niño de cuatro años tenga una casa propia.