El Tribunal Oral Federal número 7 absolvió hoy al ex jefe del Ejército César Milani en el juicio en el que estaba acusado por presunto “enriquecimiento ilícito”.
Los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli coincidieron por unanimidad en la absolución por el delito de enriquecimiento ilícito, aunque Castello –en minoría- se había inclinado por condenarlo por “omisión” de consignar un préstamo en una declaración jurada.
Esta mañana, al pronunciar las últimas palabras antes del veredicto, Milani proclamó su inocencia y le pidió al tribunal: “Espero, señores jueces, que convaliden mi inocencia y puedan reparar en parte el daño que se me ha causado”.
Milani estaba acusado por la compra de una casona en San Isidro que, según la acusación fiscal, no podía justificar con sus ingresos como militar.
Pero a lo largo del juicio, el ex jefe castrense había explicado que la compra de la propiedad se había concretado mediante un “mutuo” (préstamo entre privados) por unos 240 mil dólares que respaldó con un departamento en el que vivió durante 15 años.
Esta mañana, Milani admitió “desprolijidades administrativas que ya fueron solucionadas” en torno a la compra de la propiedad pero contrapuso que “las cuestiones administrativas no implican un delito ni la deshonra de tener que cargar con una denuncia por enriquecimiento ilícito”.
“Soy inocente en esta causa absolutamente armada”, subrayó.
La fiscal Fabiana León había pedido para Milani la pena de tres años de prisión en suspenso, más una multa y el decomiso de la propiedad, en tanto que su defensa, a cargo del penalista Alejandro Rúa, solicitó la absolución.
También resultó absuelto Eduardo Enrique Barreiro, el militar amigo de Milani que fue quien le efectuó el préstamo privado, para quien la fiscal ni siquiera había pedido condena.
“No tenemos caja fuerte ni caja de seguridad; no tenemos bienes suntuosos, ni yo, ni mi familia, como falsamente se han dicho en algún programa de TV. Nuestro estilo de vida es el que llevamos de acuerdo a los ingresos que tenemos yo y mis hijos, que son profesionales y hace 20 años que trabajan”, enfatizó el ex jefe del Ejército.
En ese contexto, denunció que fue víctima “de una persecución política, mediática y judicial”.
Milani precisó cuándo se inició esa situación: “desde que fui designado jefe del ejército y expresé al convicción de que tenía que ser un ejército nacional. A partir de ese momento comenzó una real cacería que nunca se había dado con un jefe del ejército, 40 tapas de los principales diarios del país, cientos de artículos, cientos de periodistas de los mismos medios atacándome y calumniándome”.
El fallo es recurrible ante la Cámara Federal de Casación Penal.