Tras realizar 16 allanamientos en el AMBA, Río Grande y Ushuaia, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en conjunto con la Policía de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; desarticuló una organización narcocriminal que se dedicaba comercializar sustancias estupefacientes y a captar personas en situación de vulnerabilidad para inducirlas a transportarla dentro del cuerpo ("mulas"), por vía aérea.
La investigación comenzó hace aproximadamente un año, cuando personal preventivo de la fuerza que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación detectó a una pasajera que llevaba de manera ingestada e introducida en su cuerpo cocaína desde Buenos Aires al sur del país. Mediante diversas tareas, los oficiales identificaron a una segunda “mula” que con la misma modalidad había viajado a Río Grande, lo que derivó en un allanamiento en un hotel de esa ciudad donde se logró detener a esta persona, como así también secuestrar la droga traficada.
El director nacional de la PSA, José Glinski, sostuvo que “la ruta de cocaína hacia la región patagónica forma parte de una línea de trabajo tanto preventiva como investigativa de la PSA desde hace muchos años. Históricamente la detección de pasajeros ingestados ha sido un método de ocultamiento asociado a vuelos internacionales. Desde que la PSA fortaleció su planificación operativa sobre la ruta al sur, comenzaron a reportarse hechos de ingesta, modalidad que era inédita en vuelos de cabotaje”.
Glinski explicó que esta ruta del narcotráfico se apoya en tres elementos principales: “El valor de la droga, que en el sur y sobre todo en Tierra del Fuego cuesta más del doble que en la ciudad de Buenos Aires; un mercado de trabajo cuya media está por encima de la nacional, con actividades económicas de salarios altos, y ser un punto de afluencia turística tanto local como internacional. Esto empuja a que las organizaciones delictivas hagan sus envíos vía aérea donde se enfrentan a un control en vez de dos o tres controles fronterizos aduaneros que tienen por vía terrestre al pasar desde Santa Cruz a la isla”.
A partir del análisis de los elementos incautados a las pasajeras detenidas, los oficiales de la PSA localizaron a cuatro principales integrantes de la red criminal en Buenos Aires. A su vez extendieron la investigación en Río Grande y Ushuaia, donde personal especializado en Narcocriminalidad y Delitos Federales de la policía provincial identificó a los demás miembros que recibían, distribuían y comercializaban la cocaína traficada por las “mulas” al sur del país.
Producto de las pesquisas coordinadas entre ambas fuerzas, la judicatura actuante ordenó el 26 de septiembre los 16 allanamientos: 12 en Tierra del Fuego -donde se detuvo a 10 personas- y cuatro en domicilios ubicados en Moreno, Morón, La Matanza (provincia de Buenos Aires) y CABA, que fueron realizados por la PSA. Allí los oficiales arrestaron a tres hombres de nacionalidad dominicana y una mujer oriunda de Bolivia.
También secuestraron clorhidrato de cocaína, dinero en efectivo, autos de alta gama, teléfonos celulares, notebooks y otros dispositivos electrónicos, y documentación de interés para la causa.
Finalmente Glinski destacó que “entendemos a la seguridad como un derecho que debe garantizarse en todas las provincias por igual y por eso establecemos relaciones de cooperación en distintos lugares. Por lo general nuestros procedimientos son en el punto de salida de la droga. En este caso, el trabajo coordinado con la fuerza local y el desdoblamiento operativo permite afectar de manera estructural la red y en consecuencia los envíos”.
Intervino el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7, a cargo de Sebastián Casanello.