Dicen que las ideas están en la naturaleza y solo hay que saber verlas para darles un nuevo significado. Como ejemplo vale citar que la rueda está presente de la mano de las acatangas, desde hace 115 millones de años. Por ello, la electrificación de los vehículos data de principios de la industria y ha cobrado mayor auge por temas medio-ambientales en estos últimos 20 años. El uso de sistemas que combinan motor térmico (diesel), con generadores eléctricos en Argentina data hace más de 50 años; con los locomotoras FIAT Transfer que al día de hoy sigue empleando el Belgrano Cargas. Tomando ese concepto de ingeniería como premisa, se construyó en el norte santafesino el primer barco arenero eléctrico del país, de la mano del Astillero Romang y por encargo de la Arenera Nobile de Reconquista. Para conocer más detalles de tan singular proyecto, entrevistamos al titular de la arenera, Walter Nobile y a Esteban Quintana por parte del astillero constructor.
LT10: ¿Cómo surgió la idea de este barco eléctrico?
Walter Nobile: - Porque desde nuestra empresa siempre tuvimos como premisa la innovación y nuevas tecnologías, desde nuestros jóvenes 20 años recién cumplidos. Con la idea también de bajar costos y embarcados, cómo también mejorar la agilidad y rapidez, nuestro barco anterior tenía las bombas eléctricas y nos dio muy buen resultado. Fue una idea mía que se la planteé a la Ing. Naval y al electricista, donde fuimos estudiando todo durante casi 1 año desde 2019. Fue difícil todo, porque él es primer barco arenero con propulsión diesel-eléctrico. No llega a ser híbrido, porque para eso nos falta concretar una partecita y a futuro queremos encarar hacer un híbrido entero (N de R:que pueda recuperar su propia energía, como hacen los autos de Fórmula 1 desde 2014 con sistema KERS).
LT10: ¿Qué particularidades llevó la construcción de dicho barco en Romang?
Esteban Quintana: -El desafío más que en la construcción, que duró 24 meses, estuvo en poder coordinar para que todo funcione en el barco, de acuerdo a lo proyectado. Creemos que este sistema diesel-eléctrico seguramente va a ser implementado en futuros buques. El “Perla del Norte” funciona con un generador principal de 300 KW, que proporciona energía al motor propulsor y a los motores de las bombas areneras. Tiene 47 metros de eslora, con una magna de 8.50 metros y puntal de 2.50 metros. La ingeniería aplicada en el tren motriz surgió del propietario del barco. Nuestro astillero también tiene apenas 20 años, haciendo areneros y buque de hacienda.
LT10: ¿Tiene certeza de que el “Perla del Norte” es el primer barco eléctrico de la Argentina?
WN: -Totalmente, es el primero y ha generado una fuerte repercusión en los medios argentinos y brasileños desde que lo botamos a finales de octubre. Mucho nos consultaron por el tema de la contaminación, ya que no nos olvidemos que los barcos de generación anterior de areneras tenían de 3 a 4 motores como mínimo trabajando. Los cuales consumían mucho combustible y contaminación, mientras que el “Perla del Norte” tiene un solo grupo motopropulsor. Es un barco que cuida el medio ambiente y contamina mucho menos.
LT10- ¿Qué resultados dio las primeras puestas en marcha en el río?
WN: - Un resultado fantástico en las primeras pruebas que estamos realizando, aunque todavía es muy apresurado decir que está 10 puntos. Nos restan unos meses más de pruebas, pero creo que no tendrá ningún cambio cuando entre al trabajo pleno en nuestra arenera.
Así, una vez más, el muchas veces postergado norte santafesino da muestras claras de su progreso cimentado en gente con ideas innovadoras que nunca se dejaron amedrentar por las agrestes condiciones climáticas, por la diferencias de oportunidades con el sur y la falta de igualdad de recursos. En tiempos pasados, la “perla del norte santafesino” vio nacer a la primera cosechadora industrial de algodón como fue la Sapucay y ahora al primer barco arenero eléctrico. Usando ideas ya presentes y rescribiéndolas en beneficio del progreso. Porque el futuro llegó…hace rato.