¿Cuál es la relación entre la memoria y la emoción? Para empezar, la memoria es esencial para vivir, para acordarse de las cosas, para aprender, para estudiar, para todo. Sin memoria no hay tiempo. Sin memoria, no hay un antes y no hay un después.
La memoria es esencial en la vida, sin embargo grabamos con la memoria determinadas cosas. Sobre todo, las que tienen impacto emocional. Recordará usted, por ejemplo, el atentado terrorista en las Torres Gemelas en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001. A lo mejor este suceso fue un evento que le impactó y se acuerda de ese momento, dónde estaba, en qué lugar de su casa o su trabajo, quién se lo dijo, todo el contexto, y lo recuerda.
A algunas personas les quedan grabadas escenas de un partido de fútbol, o hitos históricos como una elección gubernamental, o un desastre natural como una inundación que afectó su vida cotidiana.
O quizás recuerda a un profesor del colegio en una clase que le resultó magistral. Y también están los momentos en que una emoción puede ser impactante por lo linda, como el nacimiento de un hijo y, en esos casos, usted recuerda dónde estaba, cómo reaccionó, dónde fue y todo lo que lo rodeó.
La pregunta es por qué uno recuerda con detalles algunas situaciones y otras parecen borradas. En la memoria se combinan tres elementos, uno es la atención y captar el hecho, el otro es almacenarlo y el otro es evocar, que consiste en recordar el hecho. ¿Cómo se estimulan todo estos procesos? Con la emoción.
El cerebro es un zona muy compleja de nuestro organismo. Existe un área, en la parte de adentro, que es lo que se llama cerebro límbico. Es una zona que tiene mucho que ver con el corazón. No el corazón en tanto músculo cardíaco, sino con la emoción. Y todo lo que tiene emoción, se graba más.
A lo mejor usted recuerda la casa de su abuela, el olor de la comida y una conversación con su abuela, y en la cocina. ¿Por qué lo grabó? Porque el sistema límbico, algunas estructuras como la amígdala cerebral, el tálamo, el hipocampo, distintas áreas que tienen que ver con la emoción, lo captaron con fuerza y le quedó grabado para siempre.
Por eso, un buen docente, un buen profesor y un buen maestro, es el que le pone garra, el que genera emoción para que sus alumnos guarden el recuerdo de sus enseñanzas, si eso no ocurre, es simplemente una enciclopedia.
¿Por qué recordamos con la emoción? Porque la emoción es el mejor cemento para la memoria.