Se desarrolla este jueves la cuarta audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa y los testimonios continúan siendo desgarradores.
Por primera vez desde el inicido del juicio, los ocho rugbiers acusados permanecen en la sala sin barbijo. En el lugar también se encuentran presentes los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez.
En la jornada de hoy estaba prevista la declaración de cuatro efectivos policiales afectados al Operativo Sol en el verano 2020, que llegaron al lugar del hecho minutos después de que Fernando fuera atacado. También de Virginia Luz Pérez Antonelli, la joven que veraneaba en Villa Gesell en ese momento y le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar a la víctima, y de cuatro testigos oculares del ataque: un taxista, una joven que estaba en un bar ubicado junto a Le Brique, el trabajador de un kiosco cercano al lugar del crimen y la novia de este.
En el marco de su declaración, la mencionada joven, llamada Tatiana Caro dijo que escuchó a uno de los imputados -de apellido Pertossi- decir la frase: “Quedate tranquilo que a este negro de mierda me lo voy a llevar de trofeo”.
Tras ello, según su testimonio, vio a alguien “grandote y robusto” pegarle a Fernando. Lo indentificó como Lucas Pertossi.
A continuación, recordó que el grupo empezó a patear a la víctima hasta que “no se levantó más”. “Un chico rubio con camisa de colores más bien oscura continuó pegándole patadas en el cuerpo”, agregó con lágrimas en los ojos. "Le pegaban como a una bolsa de papas", añadió.