Cuando parecía que había que buscar otro, Unión no tiró la toalla e hizo un último intento para retener a Santiago Mele. Esto dio sus frutos y en las próximas horas se sumaba a la delegación en Uruguay, que se prepara para jugar los amistosos ante Cerro, Belgrano y Peñarol.
Un pedido del entrenador Gustavo Munúa, que sigue sin firmar su renovación, elevando la incertidumbre de por qué la demora. Esta cristalización trae aparejado otra resolución: la salida de Marcos Peano. En medio de las negociaciones por Mele, la secretaría técnica quería que el técnico cuente con el golero formado en las inferiores, pero no pudo cambiar la opinión.
Ahora con este escenario, su continuidad sería poco factible. Directamente no fue incluido en la lista de viajeros, por lo que se trabaja para encontrarle un nuevo club o bien, acordar una rescisión para que se quede con el pase en su poder. Tiene vínculo hasta junio de 2023.
Es patrimonio de la institución, pero si no renueva, será jugador libre. Algo que no sorprende, porque ya están Sebastián Moyano y los pibes Lucas Meuli y Diego González, por lo que hay demasiadas opciones para el puesto. Peano nunca fue prioridad para Munúa, entonces ahora es cuestión de ver qué se define.