Tener plantas de interior armonizan los espacios y purifican el ambiente. A continuación, algunas que no necesitan luz solar para sobrevivir y que podés acomodar en distintos espacios sin que se marchiten.
Drácena limón: es resistente y fácil de cuidar, perfecta para colocar en pasillos y lugares donde circulan muchas personas. También podés colocarla en rincones poco iluminados, siempre y cuando tenga el espacio necesario para crecer sin problemas.
Potus: es resistente, requiere de pocos cuidados y crece con mucha facilidad. Se puede adaptar a cualquier condición y espacio, desde una habitación, la cocina o hasta el baño. De hecho, puede mantenerse fácilmente en agua. Si se llega a poner amarillo, es porque está recibiendo luz de forma indirecta y realmente le gusta la sombra.
Lengua de suegra: se la conoce también como sansevieria o espada de San Miguel. Necesita de muy poca luz para sobrevivir, aunque también puede recibir luz de resolana, lo que la hace ideal para tenerla en una ventana. Una de las mejores cualidades es que purifica el aire, lo que la hace perfecta para espacios encerrados.
Lirio de la paz: ideal para decorar espacios interiores y puede recibir poca luz de manera indirecta sin afectar su salud.
Flor de la oración o maranta: su nombre se debe a que, al caer la noche, las hojas se recogen y lucen como las manos plegadas, listas para rezar. Sus formas, colores y resistencia la hacen ideal para decorar interiores. De hecho, necesita muy poca agua.