El planeta Tierra está generando más energías renovables que nunca, con la generación eólica y solar a la cabeza. Para 2030, el Foro Económico Mundial prevé que las energías renovables combinadas con la energía nuclear proporcionarán la mayor parte de la electricidad del mundo. Sin embargo, este crecimiento podría despuntar con más fuerza si se recolectara la energía solar también desde el espacio.
La Universidad de Caltech ha inaugurado el nuevo año espacial a lomos de SpaceX, lanzando a la órbita un experimento con el que generar energía solar a kilómetros de altitud y transmitirla a la Tierra. Los próximos meses, esta nave de 50 kilogramos cargada de instrumentos de experimentación demostrará si el trabajo de los 35 miembros del equipo de Caltech ha conseguido acercar un poco más a la humanidad a ese futuro en el que una constelación de satélites provea de energía limpia al mundo.
Las células fotovoltaicas llevan en la Tierra y el espacio varias décadas, como los paneles que alimentan a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, el equipo de investigadores de Caltech que ha trabajado en esta misión defiende que "era necesario repensar todo lo relacionado con la generación y transmisión de energía solar para su uso a gran escala en el espacio. Los paneles solares son voluminosos y pesados, lo que los hace costosos de lanzar, y necesitan un cableado extenso para transmitir energía", explican en un comunicado de prensa.
Su intención es disponer de una constelación de satélites en órbita que generen energía de forma constante y sin las limitaciones climáticas que sufren los paneles en la Tierra, para abastecer al mundo de electricidad limpia. Este propósito también se lo han marcado proyectos como Solaris de la ESA (Agencia Espacial Europea) que pretende producir entre una cuarta y una tercera parte de la demanda total de electricidad de Europa, pero para ello requiere de satélites de grandes dimensiones y peso, lo que implica unos costes desorbitados.
El pasado 3 de enero, un cohete Falcon 9 de SpaceX llevó hasta el espacio el prototipo de Caltech, SSPD (Space Solar Power Demonstrator), encargado de comprobar la eficacia de esta ambiciosa misión y poner a prueba nuevas tecnologías más ligeras y resistentes que puedan proveer de energía solar a la Tierra desde el firmamento.
Proyecto SSPP
Donald Bren, presidente de la compañía Irvine, leyó en 2011 en la revista Popular Science que un panel solar colocado en el espacio sería capaz de recopilar cinco veces más energía que si se encontrara en la superficie terrestre, luchando contra los cambios climáticos del planeta y los ciclos solares. Estudios anteriores de la Sociedad Nacional del Espacio, calculaban que una banda fotovoltaica de aproximadamente 800 km podría generar tanta energía como todo el petróleo que queda en la Tierra.
Estos cálculos impactaron a Bren, quien financió con 100 millones de dólares el Proyecto de Energía Solar Espacial de Caltech (SSPP), que este año está un paso más cerca de conseguir su objetivo. Así se inició este programa de experimentación que dará sus frutos en unos meses.