La semana pasada, se conoció una investigación a cargo del fiscal de Rosario Pablo Socca, que derivó en allanamientos en el penal de Coronda y en la Unidad Nº6 de Rosario, para detectar integrantes de una banda extorsiva que funcionaba desde adentro de los penales y pedían transferentes por CBU.
Esta investigación derivó en que el juez Nicolás Foppiani ordenara al servicio penitenciario que los presos de la cárcel de Coronda no puedan acceder a teléfonos celulares. Este pedido fue luego de la audiencia imputativa realizada el viernes pasado a una pareja, acusada de cometer una serie de extorsiones contra comercios de la zona sur de Rosario.
En este contexto, durante la tarde del jueves se realizó una requisa en la cárcel de Coronda en donde se secuestraron 12 celulares de los cuales 7 estaban en el área de celaduría penitenciaria y los 5 restantes en las celdas de distintos internos.
Gabriel Leegstra, director del Servicio Penitenciario, explicó que los operativos se ordenaron desde la Dirección General junto al grupo especializado de Requisa “por datos que nos pasa la misma dirección de la unidad de Coronda” más precisamente al pabellón 11 y le pidieron que se requise la zona del personal.
El funcionario explica que cuando se revisan las áreas destinadas al personal, en el baño, se encuentran 7 teléfonos por lo que “en forma inmediata se hace el procedimiento administrativo penal correspondiente. Se comunica al fiscal, que actual el fiscal Cecchini” y detalla que “se abrió sumario administrativo para los dos penitenciario y los hemos pasado a disponibilidad a ambos”.
Leegtra explica que los celulares están prohibidos pero los presos siempre “buscan la forma de violar o evadir los sistemas de control que se van estableciendo” y aclara que en forma permanente se realizan requisas y secuestran celulares.
También aclaró que se está esperando para que se instale un inhibidor de señal, pero que tiene sus complicaciones porque no hay tecnología en el país para que alcance a toda una cárcel, pero que ya se está esperando que llegue uno desde Israel para instalar en Piñeiro