Tras la salida de Eduardo Domínguez y el interinato de Esteban Fuertes, el presidente de Colón, José Vignatti, ya tenía claro quién debía ser el nuevo DT. Fue así como buscó al uruguayo Julio Comesaña, que había llevado a Junior de Colombia a la final de la Copa Sudamericana 2018. Como era el gran desafío de su carrera, dirigir en el fútbol argentino, el charrúa no lo dudó y tomó las riendas, aunque con algunas situaciones que todavía siguen siendo polémicas.
Después los resultados no lo acompañaron y, por si fuera poco, empezó a ser más noticia por lo que decía que por lo que se veía dentro del campo de juego. Cuando vio que no podía enderezar el rumbo, pegó el portazo y se alejó de Santa Fe.
En diálogo con LT10 recordó: "Yo no voy a hablar de negativo o positivo, los balances se hacen de acuerdo de lo que pasa uno, en este caso mi conclusión fue que perdí una maravillosa oportunidad. Estaba en un momento importante de mi carrera, yo aspiraba a otras cosas cuando me fui de Junior, que no sucedían. Me encontré entre la espada y la pared porque ya tenía la palabra dada, eso para mí vale muchísimo para mí. Le prometí a Vignatti que iba a viajar a Santa Fe, si era por dinero me quedaba en Colombia, se me complicó mucho la formación del cuerpo técnico".
"Llegué a Santa Fe con la idea de no entrar de entrada al club, sino de analizarlo y verlo, pero claro, llegué y me recibieron bárbaro, me enredé en esa llegada, debí armar algo bien, imponer el armado de mi cuerpo técnico ante todo y luego dirigir, pero ganaron las ganas de estar. No fue una decisión inteligente de mi parte" explicó.
"Creo que fue una situación personal extraña, no debí meterme a trabajar, lo mejor era tomarme unos meses y armar todo. La situación del club era para tener cuidado, no conocía al equipo, su funcionamiento interno, lugares de entrenamiento, era el único integrante del cuerpo técnico, llegar de esa manera a un fútbol así, no queda una sensación buena" continuó.
Por último, dijo: "La relación terminó muy bien, incluso terminamos hablando en su casa, jamás escuché de su parte una mala palabra o algo, no quería que me vaya así, pero era lo mejor. En un fútbol así, como el argentino, era una oportunidad maravillosa, pero uno tiene que tener cuidado con las decisiones y a quién se perjudica".