Más de 1.500 personas murieron y miles resultaron heridas el lunes por un terremoto que sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria, derrumbando bloques de apartamentos y sembrando más destrucción en ciudades sirias ya devastadas por años de guerra.
Wajd Alloush, es un sirio que vive hace años en la ciudad de Reconquista y tiene a parte de su familia en Latakia, Siria, su tierra natal. El extranjero contó como se enteró que había ocurrido el sismo."A las 23 me llamó mi mamá y me asusté porque allá eran las 5 de la mañana, y yo no entendía porqué me llamaban a esa hora. Entonces ella me dijo que me quede tranquilo, que ellos estaban en la calle y estaban bien. Yo no había visto las noticias, me enteré por ellos que había habido un terremoto".
Según el sirio "el problema es que no hay suficiente capacidad para ayuda. Hay muchas personas que quedaron abajo de los escombros y no sabemos si están bien, están heridos o muertos".
"Hace una hora estuve hablando con mi esposa, y en medio de la videollamada el edificio empezó a 'bailar'. Al rato me aviso que pudieron salir a la calle pero tampoco pueden quedarse mucho en la calle porque es pleno invierno y hace mucho frio. Salen a la calle un rato y se quedan arriba de los autos porque tambien hay tormenta", agregó el sirio.
Wajd contó además, que el problema es que allá hay poca luz, hay una o dos horas de luz por día. "No nos mandamos mensajes, solo hacemos video-llamadas porque no pueden cargar los teléfonos", agregó.
Por último, el ciudadano extranjero contó que es triste estar lejos y enterarse la cantidad de gente conocida que está falleciendo. "Todo el tiempo me llama mi familia y me cuentan que una vecina falleció, despues que un amigo con su familia falleció".
Según detalló Wajd, se esperan más temblores y hasta preocupa la posibilidad de que un Tsunami