Qué chico les quedó solo el título de “animales” cuando fueron capaces de salvar decenas de vidas. Cuando caminaron entre los escombros lastimados, vendados y cansados. Los perros rescatistas se volvieron héroes para muchos ciudadanos que quedaron atrapados durante horas, o incluso días, en medio de los feroces terremotos en Turquía.
Tal es así que las autoridades de dicho país tomaron medidas a modo de agradecimiento por su labor. Por un lado, permitieron que en su regreso a sus lugares de origen, viajen en primera clase junto a sus entrenadores y no en las tradicionales bodegas de los aviones.
Además, Proteo, uno de los animales mexicanos que murió en un rescate, tendrá su escultura en Estambul. El alcalde de Sariyer, Sakru Genc, consideró que debía ser homenajeado por su "exitoso trabajo” de rescatar a 22 personas que “no conocía en un país donde jamás había estado”.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) despidió al animal en México con gran despliegue: las calles se coparon de ciudadanos que llevaban una remera con la imagen de Proteo y su nombre. Perros rescatistas también fueron parte con pecheras al mismo estilo.