Desde hace un par de meses, el Hospital de Niños arrastra un problema que complica la atención a los más pequeños: por la falta de anestesistas, en ciertas jornadas las autoridades se ven obligadas a suspender las cirugías programadas. En el día de hoy ocurrió con ocho operaciones, y el lunes pasado con dos.
Así lo informó Guillermo Ciró, jefe de Cirugía Infantil del nosocomio, quien explicó que esa carencia impide cubrir las necesidades del efector, “que vienen creciendo en complejidad y en cantidad de intervenciones en una forma importante”.
“Nosotros tenemos programas quirúrgicos los días lunes y miércoles con un promedio de 12 cirugías aproximadamente por plan quirúrgico, contando con tres anestesiólogos para realizarlos. Ya van dos lunes que contamos solo con uno. Entonces se hace imposible de llevar adelante los planes, teniendo que suspender cirugías que están programadas desde hace mucho tiempo”, lamentó, y especificó que las intervenciones se pautan para cinco meses más adelante.
“El jefe del departamento Quirúrgico se desvive para tratar de organizar esto”, valoró. “Pero imagínense avisar a los padres un día antes de tener que suspender una cirugía que está programada hace tantos meses, es todo un incordio. Nosotros atendemos todo el centro norte de la provincia, entonces hay gente que viene de localidades muy lejanas”, contó.
“Hoy a la mañana estaba todo el equipo quirúrgico para empezar a funcionar y no estaban los anestesiólogos. Y los chicos en ayunas, habiendo viajado, preparados y listos para entrar a operarse”, relató, y finalizó: “reprogramar cirugías significa quitarle lugar a otro niño que está esperando también. Es todo un tablero de ajedrez que hay que mover, es bastante complejo. Se viven momentos tensos y angustias innecesarias”.