La sequía tuvo un importante impacto en el sector agropecuario de manera directa, pero hay varios rubros que trabajan en relación con el campo que también fueron afectados por esta situación.
Este es el caso de los transportistas, quienes están pidiendo que se declare al transporte de granos en estado de emergencia por la caída de la actividad.
En dialogo con LT10, Santiago Carlucci presidente de Transportistas Unidos de Argentina, explicó que “la merma es considerable. No solo por la cantidad de viajes respecto del cereal disminuye, sino que a su vez disminuye también los derivados” y puntualiza que están operando entre un 56% y un 60% menos respecto a otras temporadas.
En este sentido, Carlucci sostiene que la sequía generó un daño colateral en todo el transporte, ya que la mayoría de los productos derivados también sufrieron una merma en su producción como es el caso del aceite, la harina o los alimentos para animales.
Por otro lado, el referente de los camioneros explica que desde hace un par de años tampoco pueden realizar una planificación económica a mediano plazo de los costos de mantenimiento de las unidades por la propia inflación y la dificultad para conseguir repuestos o cubiertas por ejemplo.
En este punto, Carlucci remarca que “esto tiene que ver con un cierre de importación. Donde por más que tengas el capital para reponer el pieza que se daña, no la tenes en el mercado, no está a disposición”, esto implica que las unidades están paradas, muchas veces, hasta que se pueda encontrar el repuesto y eso puede demorar meses.
A esto se le suman los altos costos y ejemplifica que para una cubierta “vamos a arrancar entre 180 y 200 mil pesos facturadas y ahí hasta unos 400 mil pesos” que se tienen que cambiar cada 180 mil kilómetros o cada año y medio aproximadamente.