Es sábado por la mañana y en la planta alta de la Estación Belgrano todo es música. La Orquesta para las Infancias Somos Música se reúne, como cada semana, en la sala 5. En el auditorio se despliega una muestra retrospectiva de Nora Lezano, que retrata la escena del rock, desde los 90’ hasta la actualidad. El espacio contiguo, que contiene la exposición en homenaje a Ariel Ramírez, se convierte en sala de ensayos para recibir a las 23 bandas que participan de Mentorías 2023, el programa de formación que la Municipalidad organiza por segundo año consecutivo.
La escena se repetirá el domingo, por la mañana y por la tarde. Cada grupo, cada solista interpreta tres temas propios frente al jurado de esta edición, que integran Lula Bertoldi, Nicolás Sorín y Tatu Estela. Buscan un lugar en la grilla del Festival Santa Fe Capital de la Música, que se realizará a fin de mes, pero saben que más allá de esa posibilidad, el encuentro con el jurado puede dejarles mucho más.
Celebrar a Santa Fe como Capital de la Música
A partir de estos encuentros se eligieron las seis bandas que serán parte de la segunda edición del Festival Santa Fe Capital de la Música: Nalú, Proyecto Ity, Código Inverso, Vaho, ACB y Agos Firpo. Del 25 al 28 de mayo, en la Estación Belgrano, compartirán escenario con Gauchito Club, Kumbia Queers, PAN Percusión con señas, Parteplaneta, Julieta Laso, Fémina, Fanfarria Ambulante Recontra Balkan, Noelia Recalde, Toponauta, Experimento Negro, Fer Lagger Ska Jazz, Cabezones, Gabi Zonis, Reinas de Poldi y Enigmática.
Desde que comenzaron las Mentorías en marzo, los proyectos recibieron capacitaciones en producción artística, fonográfica, estética, escenográfica, coreográfica y de difusión con la participación de referentes a nivel nacional como la fotógrafa y artista visual Nora Lezano; el músico Juan Quintero; el músico, productor y gestor Nahuel Carfi, director de la Feria Internacional de Música de Buenos Aires (BAFIM); y los periodistas Luis Paz y Humphrey Inzillo, además de los ya mencionados. De la escena local participaron Cintia Bertolino como jurado y como formadores César Andino (música), Lucas Fiocca (visuales), Lucas Ruscitti y Federico Toobe (vestuario).
En la segunda etapa, entre junio y agosto, se trabajará en un Laboratorio de Producción a partir del cual se seleccionarán tres proyectos que podrán trabajar en la producción fonográfica de su material, con Tatu Estela.
Horas de vuelo
En un intervalo entre los ensayos, a comienzos de mayo, Lula Bertoldi destacó el valor de presentarse a convocatorias y concursos, que fueron un motor en los primeros años de su banda: “Cuando empezábamos con Eruca Sativa quedamos seleccionados en algunos certámenes y en otros no, pero siempre tratábamos de llevarnos algo: contactos para armar shows, gente que nos conocía y después nos invitaba a tocar, o llegar a más gente cuando la participación era frente al público”, recuerda. “No es en vano participar si el grupo no queda seleccionado para lo que está en juego. Todos los toques son importantes para una banda. Son como las horas de vuelo para un piloto. Es tocar, conocerse con gente, tener una devolución, tal vez una mirada desde afuera del proyecto que siempre suma”, aclara.
Con los años, el power trío se convertiría en una referencia del rock nacional y Lula continuaría participando en esos concursos, pero como jurado. Desde ese lugar también valora la experiencia: “Siempre hay que tener en cuenta que la elección que se haga al final depende de muchos factores, por eso siempre trato de que más allá del resultado, cada participante se pueda llevar algo que les permita seguir trabajando”. Puntualmente, sobre las devoluciones que hacen en las Mentorías, explicó que se plantean críticas constructivas: “Es una visión desde afuera que pueden tomar o no; son propuestas de trabajo, una mirada de producción. Lo lindo es conocerse. Enseguida empiezo a seguir las bandas en Instagram, escucho los discos y trato de quedar en contacto porque giro mucho y la elección de una banda soporte puede surgir a partir de lo que vimos en espacios como este. Las Mentorías dan esas posibilidades, más allá de quedar o no seleccionado para el festival”.
“Nos divirtió la idea de venir juntos y aportar desde nuestro lado a una ciudad que tiene un alto vuelo musical, que es un semillero para muchas bandas. Tengo colegas de esta ciudad, con una historia cultural muy fuerte. Está buenísimo ver bandas jóvenes, muy profesionales, con sus equipos, con mucha preparación y ganas de profesionalizarse más, salir a tocar y curtirse”, coincidió Sorín. “Como jurado, trato de ponerme en su lugar y tener en cuenta que en estos ensayos vemos una pequeña muestra. Por eso hacemos pequeños aportes, consejos desde un lugar muy honesto, sin bajar línea, para que puedan elegir qué tomar de lo que les decimos”.
Escuchar más
Esta fue la segunda sesión de ensayos de este año, ya que la primera se realizó con el periodista Luis Paz, la cantante santafesina Cintia Bertolino y Tatu Estela. La incorporación de esta instancia fue uno de los cambios que se introdujeron en la convocatoria 2023.
El productor, que coordina este programa junto a la Secretaría de Educación y Cultura del municipio desde el año pasado, explicó que la decisión de sumar más ensayos para evaluar la performance en vivo, surgió de analizar la experiencia de 2022: “Nos pareció que nos quedamos con mucha teoría y nos faltó escuchar más. La imagen que teníamos de las bandas era el material con el que se habían postulado. Entonces, una autocrítica que hicimos fue que necesitábamos verlos tocar mucho más. La idea es escucharlos, acompañarlos a destrabar cosas, abrir puertas que a nosotros nos llevaron años porque no teníamos cómo llegar con facilidad a los referentes de nuestra generación. La idea era facilitar el contacto con gente que tiene un recorrido, que se nutran y armen una escena que los potencie”.
Continuar procesos
La convocatoria de este año contempló la posibilidad de que volvieran a postularse proyectos que habían participado en 2022 y que estaban interesados en continuar el proceso iniciado. “Hay proyectos que del año pasado a este hicieron cambios radicales”, cuenta Tatu. “Charlando con ellos nos decían que fue re importante todo lo que pasó, que cayeron mil fichas en distintos momentos, no sólo durante los meses que duraron las mentorías. Fue muy fuerte el impacto de verlos un año después porque lograr una evolución tan grande indica que este es un proyecto que hay que continuar, para que el crecimiento sea escalonado”.
A partir de esas experiencias, el productor e ingeniero en sonido -que ha trabajado con Divididos, Vicentico, Lisandro Aristimuño, Lenny Kravitz, Jorge Drexler, The Black Eyed Peas, Illia Kuriaky & The Valderramas y Gustavo Santaolalla, entre otros- valora la continuidad de las Mentorías como política pública. “Son esos pequeños granitos de arena que hace el Estado, que en el macro de la política pueden parecer inexistentes, pero que son las políticas que cambian. Es esa política de base que permite ver el crecimiento de una banda. Eso vale oro y me parece que hay que hacerlo más y mostrarlo”, sostuvo.
Sorín destacó, además, que la propuesta se lleve a cabo en este momento: “Es importantísimo contar con un Estado presente para la gestión cultural, sobre todo en este tiempo que venimos muy golpeados. El arte es muy autogestivo y vienen bien las ayudas, los lugares, que la gente se reúna y se conozca. Los músicos somos bastante solitarios y vivimos ensimismados, por eso está bueno que aparezcan estos lugares para reunirnos”.
Bertoldi también remarcó la participación de mujeres en las bandas que participan de las Mentorías, a partir de lo que generan la ley y ordenanzas de cupo en la industria de la música, pero también en el marco de un cambio que se da como parte de otros procesos sociales, más allá de la norma: “Santa Fe siempre fue muy progre en eso, siempre estuvo un paso adelante en materia de cultura, de las infancias, de su movida artística. Siempre fue una ciudad y una provincia que ofreció una mirada más moderna, incluso diría que sobre Buenos Aires. Acá he visto un montón de propuestas para infancias, por ejemplo, que me emocionaron en lo cultural y en lo musical. Siempre están un paso adelante y me parece interesante lo que se ve acá y lo que se va generando a partir del cupo”.