Caminar una determinada cantidad de minutos por día es fundamental para la salud de las personas, sobre todo las que no hacen deportes en forma habitual y constante.
Cualquiera que quiere bajar de peso lo primero que piensa, además de hacer dieta, es en correr o ir a un gimnasio todos los días, con una rutina exigente en cuanto al esfuerzo físico y se matan para llegar a ese objetivo.
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que hay pocas rutinas mejores que las de caminar a diario, tanto para la salud como para el estado físico de las personas.
Caminar para vivir mejor
Varios estudios revelan que cualquiera que diga que necesitas ir al gimnasio todos los días para ponerte en forma está equivocada.
Una de las formas de ejercicio más subestimadas es la buena caminata a la antigua. Es una actividad diaria, pero puede proporcionar una variedad de beneficios para la salud, desde mejorar su estado de ánimo hasta aumentar sus niveles de energía.
No es necesario ponerse una calza, pantalones cortos o largos de gimnasia para caminar. Lo importante es mantener un ritmo tratando de no detenerse y se puede hacer, por ejemplo, cuando se sale del trabajo.
Cuánto hay que caminar
Un estudio afirmar que caminando 30 minutos, cinco días a la semana, reduce el riesgo de enfermedad coronaria en un 90 por ciento.
La entrenadora personal Louise Barton, en un informe publicado por The Sun, afirma que caminar también puede ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones, lo que es particularmente beneficioso para cualquier persona que sufra enfermedades articulares degenerativas como la artritis.
“Caminar puede incluso ayudar a mejorar su sistema inmunológico. Caminar puede incluso ayudar a mejorar su sistema inmunológico”, agregó.
“Estar expuesto al aire libre, diferentes condiciones climáticas y simplemente llevar un estilo de vida más activo puede ayudar a fortalecer los anticuerpos, lo que a su vez puede ayudar a combatir las enfermedades”, explicó la profe.
Cuántas calorías se pierden caminando
En cuanto a las calorías, se quedan alrededor de 150 por cada 30 minutos de caminata rápida, lo que implica poner sus brazos a trabajar para obtener mayor velocidad e impulso.
Trotar, por otro lado, implica más rebote en las puntas de los pies: es un mayor impacto y tiendes a moverte más rápido.