Las fuerzas de seguridad francesas detuvieron a 667 personas durante la madrugada del viernes, la tercera de protestas en reclamo por el asesinato de un adolescente de 17 años a manos de un policía, informó el ministro del Interior.
"Esta noche, nuestros policías, gendarmes y bomberos han hecho frente de nuevo, con valentía, a una violencia inusual. Siguiendo mis instrucciones de firmeza, practicaron 667 detenciones", indicó en su cuenta de Twitter el ministro Gérald Darmanin.
Durante la primera movilización, el último martes, la madre del joven muerto dijo en Nanterre, donde ocurrió el caso de gatillo fácil: “El mundo entero debe ver esto… Cuando marchamos por Nahel, marchamos por todos los que no han tenido cámara”.
Según el reporte, 249 policías y gendarmes resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad, recogió la agencia de noticias AFP.
Durante la madrugada, grupos de manifestantes dañaron edificios públicos, saquearon tiendas y quemaron vehículos en numerosas ciudades de la periferia de París y en varias localidades de provincia.
Anticipando otra madrugada turbulenta, el gobierno francés había desplegado la noche del jueves 40.000 agentes en todo el país, 5.000 de ellos en París, donde la noche del jueves hubo saqueos y ataques a comercios en el centro de la capital.
Por segundo día consecutivo, el presidente Emmanuel Macron encabeza este viernes una reunión interministerial de crisis.