En las últimas horas, personal municipal realizó un operativo del que surgieron dos llamativos hallazgos; el segundo de ellos, casi por casualidad.
En primer lugar, los inspectores se acercaron a un inmueble que funcionaba en la intersección de Facundo Zuviría y Estanislao Zeballos. “Una vez que nos hicimos presentes pudimos constatar el depósito de una reconocida heladería de la ciudad en el que además de helado había carne fraccionada y congelada”, contó la directora Ejecutiva de Control General del Ejecutivo local, Milagros Rivadera.
La funcionaria local indicó que se trataría de “varias toneladas” de dicha carne, que estaba “sin rótulos” y la cual no pudo ser justificada ni su procedencia establecida por el hombre que se acercó diciendo ser su propietario.
A raíz de ello, toda la mercadería será llevada al relleno sanitario para su destrucción. Además, “se labró el acta de Seguridad Alimentaria y el de la Dirección de Control y se procedió a la clausura” del depósito.
Al lado también
“Lo anecdótico de esto es que en el local de al lado también había un depósito, entonces los inspectores aprovecharon para realizar una inspección ahí”, continuó relatando Rivadera, con cierta sorpresa: “una vez adentro pudieron constatar que había salsas y sales que eran elaboradas, fraccionadas y predispuestas para la comercialización” siendo que el lugar “no contaba con las condiciones higiénico-sanitarias necesarias para hacerlo”.
“Casualmente pudimos dar con ese local que estaba funcionando con irregularidades”, celebró, y finalizó: “se procedió también al secuestro de la mercadería, a labrar las actas correspondientes y se dispuso la clausura”.