Si querés comenzar a entrenar, lo importante es previamente hacerse chequeos médicos para comprobar que todo está bien y, luego, empezar de a poco sin realizar un esfuerzo desmesurado.
Para prevenir lesiones, estos son algunos tips para tener en cuenta:
– Aumentá gradualmente el nivel de actividad semana a semana: fijate metas realistas. No pretendas correr 3 km si apenas caminás 10 cuadras sin sentir cansancio.
– Antes de comenzar, realizá la entrada en calor: dedicá 10 minutos a preparar los músculos para la actividad. Una caminata rápida y ejercicios de elongación ayudan a evitar lesiones y dolores posteriores.
– Cuidá la hidratación: bebé por lo menos dos vasos de agua sin gas en las dos horas previas. Tomá líquidos durante el ejercicio y después de terminar.
– Escuchá las señales de dolor: ante ellas, detenete. Si estás acompañado por un profesor, consultá con él. Es posible que estés haciendo el ejercicio mal y eso te perjudique.
– Respetá los límites: conocé tu cuerpo y no te excedas en el esfuerzo.
– Vuelta a la calma: terminá la actividad con ejercicios de estiramiento y una caminata a paso lento para recuperar la frecuencia cardíaca normal.