La infantilización de la pobreza es un fenómeno social creciente en la Argentina. En el primer semestre del año, el 56,2% de los chicos menores de 14 años no pudieron cubrir sus necesidades básicas. El número está muy por encima del dato general que subió a 40,1%.
En rigor, la cifra superó el 50,9% que mostraban las estadísticas oficiales un año atrás y el 54,2% del segundo semestre de 2022. En el caso de la indigencia, los números también son alarmantes: en el primer semestre alcanzó al 13,6% de los menores argentinos.
En rigor, la cifra superó el 50,9% que mostraban las estadísticas oficiales un año atrás y el 54,2% del segundo semestre de 2022. En el caso de la indigencia, los números también son alarmantes: en el primer semestre alcanzó al 13,6% de los menores argentinos.
La información la dio a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Las cifras golpean de lleno en la campaña electoral de Sergio Massa. Una vez más, el informe devela que los chicos, chicas y adolescentes conforman la porción de la sociedad con mayores índices críticos.
Por su parte, la proporción de chicos y chicas que no tienen cubierta la canasta alimentaria alcanzó en la primera parte del año el 13,6%. Esto representa un incremento de casi un punto porcentual respecto al mismo período de 2022 que llegó al 12,7%. A fines del 2022 el porcentaje fue del 12%.
El nivel de pobreza que corresponde a la franja etaria de los adolescentes de entre 12 y 17 años es por demás preocupante: en el primer trimestre del 2023 el índice trepó al 59%, mientras que la indigencia alcanzó el 16%.